martes, 30 de octubre de 2018

4 manualidades de Halloween para hacer con niños

Se acerca la noche de Halloween, y aunque por aquí somos más de castañada, es inevitable que los niños terminen empapándose de esta tradición que ya está extendida por medio mundo. Además, tengo que reconocer que a la hora de hacer actividades y manualidades, da muchísimo juego. Y si a la ecuación le añades unos disfraces...a los niños los tienen ganados. 

Photo by rawpixel.com from Pexels

Así que hoy os traigo algunas de las cosas que hemos hecho en casa relacionadas con esta temática.

Murciélagos de pasta


Para hacer esta manualidad necesitáis unos lacitos de pasta y pintura. Nosotros pintamos los lacitos con pintura negra, pero también se podrían teñir con colorante alimentario igual que hicimos con el arroz en esta entrada

Lienzo de muerciélagos de pasta

Una vez está la pasta pintada y seca, sólo tenemos que pintar los detalles con ayuda de un pincel muy finito o un palillo. Nosotros pintamos unos ojos (algunos blancos y otros rojos) y unas bocas sangrientas.

Pintando detalles a murciélagos de pasta

Para terminar, con silicona caliente pegamos los murciélagos en una lienzo pequeñito, o si no tenéis como era nuestro caso, podéis usar un trozo de cartón forrado con papel blanco.

Brujita de cartulina


Para hacer esta bruja, seguimos el tutorial de I heart Crafty Things. En su blog tenéis la plantilla para imprimir las diferentes piezas de la bruja, pero es muy fácil de hacer. La nuestra la hicimos a partir de los dibujos que hizo el peque con nuestra ayuda.

Brujita de cartulina

La parte que hicimos diferente fue la escoba, que a mi me tiene enamorada. Para hacerla usamos una ramita que teníamos por casa y que cortamos a la medida de la bruja. Cortamos una tira de papel de seda bastante larga y le hicimos flecos. Con paciencia, enrollamos el papel de seda en una punta de la rama, aseguramos con un poco de pegamento y para acabar, enrollamos un trocito de cuerda o una goma. Y nos queda una escoba de bruja súper profesional.

Paisaje de Halloween


Uno de los materiales que más me gustan para hacer manualidades son las pegatinas. Si voy a alguna tienda de manualidades siempre salgo con alguna, y cuando alguien va de viaje y me pregunta que si quiero que me traigan algo, siempre encargo pegatinas. Como imaginaréis, pegatinas de Halloween no nos faltan, así que después de ver el paisaje que @miriam_peralvarez preparó a su peque montamos nuestra propia versión.

Paisaje de Halloween hecho con cartulinas y decorado con pegatinas

Para hacerlo usamos cartulinas en diferentes tonos: azul muy oscuro para el fondo, negro para la silueta del castillo y la pared de piedra y gris para la tierra y las nubes. También usamos cartulina amarilla para simular una gran luna llena. Las ventanas de la casa las pintamos con rotulador de tiza amarillo (cuesta un poco, pero el resultado vale la pena)

Una vez tenemos el paisaje preparado, sólo hay que decorar. Dejamos al alcance de los peques pegatinas temáticas, ¡y a crear!

Pegando pegatinas temáticas en paisaje de Halloween

Usando esta técnica y la Silouette Cameo, se me ocurren mil cosas que podemos hacer para decorar con pegatinas, ya os las iremos mostrando.

Telaraña y araña de cartulina


Otra idea facilísima y con un resultado muy llamativo. Sólo necesitáis cartulina negra, limpiapipas y unos ojitos. 

Para hacer la telaraña tenéis que recortar un circulo de cartulina negra, cuanto más grande mejor. Si tenéis papel, o papel de seda, incluso una bolsa de basura, será mucho más fácil, ya que la cartulina es difícil de recortar, pero como veis funciona igual. Tenéis que doblar el circulo varias veces hasta conseguir una porción de pizza pequeña. Luego hay que ir haciendo cortes a lo largo del radio, sin llegar hasta el final (dejando espacios en blanco entre corte y corte). ¡Ya veréis que chulada cuando lo despleguéis!

Telaraña hecha con cartulina negra

Para la araña, recortamos un óvalo de cartulina negra, le pegamos ocho patitas que haremos doblando por la mitad unos limpiapias, y para terminar le pegamos unos ojitos. Nosotros añadimos También algunos toques de rojo y morado con un rotulador de purpurina. ¡Y ya está listo!

Araña hecha con cartulina negra, limpiapipas y ojitos móviles

Como veis son 4 manualidades facilísimas de hacer, como la mayoría de las que hacemos, con materiales fáciles de conseguir y que se pueden adaptar a diferentes edades. La idea era usar todo esto para darle a la casa un toque terrorífico, pero en esto hemos fracasado estrepitosamente, porque nuestras manualidades son más dulces que terroríficas. ¿Vosotros habéis hecho alguna manualidad de Halloween?

Si queréis ver que otras cosas hemos preparado para esta noche, tenéis alguna idea más en Instagram

lunes, 8 de octubre de 2018

Ideas para preparar una bandeja de estación - Otoño

Cómo ya os explicamos en la entrada "Guirnalda de Otoño", además de hacer unos pequeños cambios en la decoración de la casa para así adecuarla a la estación en la que nos encontramos, también preparamos una "Bandeja de Estación", dónde vamos colocando elementos típicos de la época. Hoy os explicamos cómo la preparamos.

Elementos otoñales: hojas secas, piñas, bellotas, setas...

Materiales


- Bandeja o caja
- Fieltro marrón
- Hojas secas
- Piñas, castañas, bellotas...
- Figuras de animales (ardillas, erizos...)
- Mini calabazas

La verdad es que en este apartado podéis incluir todo lo que se os ocurra. Además, no es una bandeja estática, si no que va cambiando según avanza el Otoño. 

Preparación


Nosotros siempre partimos de una caja de fruta pequeñita. Lo que hacemos es rellenar el fondo con bolas de papel de diario o revista, y lo cubrimos todo con un trozo de fieltro marrón. También podéis usar papel crespón, virutas de papel, o incluso si tenéis a mano, un poco de pinaza. 

Sobre esta base, vamos colocando los elementos que hayamos escogido. Nosotros al principio sólo colocamos hojas secas, pero según va pasando el tiempo vamos añadiendo cosas. Por ejemplo, cuando se acerca la Castañada/Halloween, añadimos castañas, calabazas pequeñitas, alguna araña. También vamos dejando en la bandeja las piñas y bellotas que recogemos en las excursiones que hacemos por el bosque.

Bandeja de Estación: Temática otoñal


Principalmente añadimos elementos naturales que el peque pueda manipular, y que, de alguna manera, le acerquen un poquito a la naturaleza. Pero además de éstos elementos naturales, también incluimos otros relacionados con el otoño, como animalitos de juguete, setas artificiales...

Junto a la bandeja, que siempre está en el comedor, tenemos también la colección de libros relacionados con el Otoño. Y además, aprovechamos la pared que queda justo detrás, para colgar los dibujos o manualidades que va haciendo y así crear un rinconcito de estación.

Libros con temática otoñal


Este año tenemos todavía pendiente montar la bandeja, porque parece que el Otoño no termina de arrancar. Pero en cuanto tengamos una pequeña colección de tesoros nos pondremos a ello. Si queréis verla, la publicaremos en Instagram cuando la tengamos lista. Y vosotros, ¿Cómo hacéis para que los peques entiendan el paso del tiempo? 


jueves, 4 de octubre de 2018

3 actividades para niños sobre el espacio

Aunque ya estamos en octubre, nosotros todavía tenemos la cabeza puesta en el verano, y en todas las actividades chulas que hicimos. No se si recordaréis el post donde hablábamos de las cosas que queríamos hacer en verano. Entre ellas estaban explorar un poco más el mundo del espacio, el Sistema Solar y todo lo relacionado con ello. Y hicimos varias actividades al respecto. Hoy os traemos un resumen de las 3 que más nos han gustado.

Bandeja sensorial con piedras lunares hechas con bicarbonato sódico

- Bandeja y bolsa sensorial espacial


Esta sin duda es LA ACTIVIDAD, así en mayúsculas. Al peque le gustó muchísimo, y la alargó durante varios días.

Por un lado, antes de presentarle la actividad, preparé unas piedras lunares, que no son más que unas piedras de bicarbonato sódico. Mezclamos bicarbonato con un poquito de agua coloreada en negro, vamos cogiendo puñados de la masa que se crea y los compactamos con las manos dándole forma de piedras. A esta masa podemos añadirle purpurina para que el resultado sea más atractivo. Luego sólo hay que dejar secar.

El día que hicimos la actividad puse en una bandeja un poco de arroz coloreado (aquí os mostramos cómo lo hacemos), un poco de confeti en forma de estrellas y las piedras lunares. Por otro lado, le dejé un vasito con vinagre y una pipeta. 

Presentación de la bandeja sensorial del espacio junto con un vaso de vinagre y el libro infantil del espacio "El Universo"


Él solito fue decidiendo que quería hacer. Primero sólo observaba. Luego decidió tocar a ver que era lo que tenía delante, revolvió el arroz, miró las estrellas, tocó las piedras para comprobrar que eran....y finalmente empezó a poner vinagre encima de todo. Cómo imaginaréis, la reacción del bicarbonato con el vinagre causó sensación

Por otro lado, en una bolsa con cierre zip le puse gomina para el pelo, purpurina plateada y confeti de estrellas. Simplemente se la dejé sobre la mesa de luz. Y se hizo la magia. La tocó, la estrujó, la volvió a tocar. Encendió la mesa, la apagó, cambió el color. Movió las estrellas de arriba a abajo, de un lado a otro... Con esta bolsa tan sencilla de preparar pasó varios días entretenido en diferentes momentos.

Bolsa sensorial de temática espacial sobre mesa de luz


- Pintamos una galaxia


De esta actividad ya os hice un adelanto en la entrada "5 formas creativas para pintar con niños". Se trata de "recrear" una galaxia en una cartulina negra.

Escogemos diferentes tonos de color azul y lila. Si incluimos alguno metalizado, el efecto será todavía más espectacular. Luego con una esponja, vamos dando toques, combinado los diferentes colores y dejando que se superpongan.

Pintura de tonos azules aplicada sobre cartulina negra con esponja

Una vez hemos cubierta toda la cartulina, tenemos que añadir las estrellas. Para esto usamos un poco de pintura blanca y un cepillo de dientes. Sólo hay que mojar el cepillo de dientes en pintura y con los dedos, salpicar la pintura blanca sobre la cartulina. Es divertido, mancha (con el peque esto es un punto a favor) y deja un efecto estrellado súper bonito.

Salpicando gotas de pintura blanca con un cepillo de dientes para simular las estrellas


El resultado de esta actividad es espectacular, tanto que tenemos la cartulina bien guardada pendiente de ponerle un marco para colgar. Si queréis ver cómo hacer una galaxia, pero ésta vez en un bote, podéis visitar la entrada "Nebulosa en una botella". La idea es la misma, pero el resultado completamente diferente.

- Mural del Sistema solar


En esta actividad, la idea era recrear el Sistema Solar en una cartulina. Le preparé una cartulina negra y pinté el Sol en un rincón y varias órbitas de color blanco. Le dejé la cartulina, unas pegatinas de los planetas que hacía bastante tiempo que teníamos por casa y un par de libros sobre el Universo (El Universo, de la colección Baby Enciclopedia Larousse, y Todos a la luna, de la colección Superpegatinas) para que pudiera consultar en que posición iba cada planeta.

Sistema Solar hecho con cartulina negra y pegatinas de los planetas


Pero como los niños siempre nos sorprenden, de ésta actividad el peque se montó la suya propia, que no fue otra que crear un mural del Sistema Solar. Para hacerlo, me pidió si podía pegarle cuatro folios blancos juntos. En el centro, dibujó el Sol, y luego fue aprovechando unas pegatinas que nos habían sobrado del libro de pegatinas "Todos a la luna" para ir colocando planetas, asteroides, satélites, estrellas...y hasta extraterrestres. Algunos planetas y satélites no los teníamos, así que los dibujó directamente.

Mural del Sistema Solar hecho con pegatinas de los planetas y ceras de colores


Como veis, son tres actividades muy sencillas, que mezclan ciencia y arte, y en las que los peques aprenden casi sin darse cuenta y de la mejor forma posible: jugando. ¿Cuál os ha gustado más?

lunes, 1 de octubre de 2018

Cómo hacer una guirnalda de otoño reciclando cartón

Por fin parece que nos hemos metido de lleno en el cambio de estación. El tiempo empieza a comportarse acorde con el Otoño, y el fresquito se ha instalado en nuestras mañanas y tardes (aunque a mediodía todavía parece agosto). La verdad se agradece, porque hasta ahora, cada vez que le hablábamos al peque del Otoño nos miraba con cara de "os habéis vuelto locos, con este calor el Verano no ha terminado todavía"

En cada cambio de estación, nosotros también hacemos unos pequeños cambios en casa, para que ayudar al peque a ser más consciente del paso del tiempo, y para que de alguna manera, pueda observar esos pequeños cambios que se van produciendo en la naturaleza, y que en las grandes ciudades son difíciles de observar en el día a día.

Básicamente, montamos una bandeja de estación con elementos típicos de la época del año en la que estamos (os mostraremos cómo lo hacemos un poco más adelante, cuando hayamos recolectado unos cuantos tesoros de nuestras excursiones). También cambiamos un poco la decoración, pero no os creáis que me refiero a cojines jarrones y demás (que ya me gustaría), si no que añadimos elementos hechos en casa que hagan reconocible la estación en la que estamos.

Además, junto con la bandeja de estación, también colgamos los dibujos que va haciendo, y los libros que estén relacionados con el momento que estamos viviendo. Se lo dejamos todo accesible para que pueda mirar los libros cuando le apetezca, y observar y manipular todos los materiales que vamos recopilando, en este caso, sobre el Otoño.

Guirnalda de motivos otoñales hechos con cartón

Hoy os mostraremos cómo hicimos una guirnalda que hace ya unos años que nos acompaña, y que desde que empieza el Otoño preside nuestro comedor.

Materiales

  • Cartón
  • Tijeras o cúter
  • Cuerda
  • Celo o pegamento
  • Pintura y pincel
  • Plantillas de hojas, castañas... (opcional)

Procedimiento


Lo primero que tenemos que hacer es decidir cómo de grande queremos la guirlanda. A partir de aquí en un cartón un poco grueso (el primer año lo hicimos con papel, pero con la humedad de la pintura se terminó arrugando todo) tenemos que dibujar los elementos que queremos que contenga. En nuestro caso fueron hojas y castañas.

Hojas y castañas hechas con cartón y pintadas con témperas

Para hacer el dibujo podéis imprimir una plantilla de internet, o incluso hacer servir alguna hoja que hayáis recogido en alguna excursión. Nosotros dibujamos directamente lo que queríamos en el cartón. Lo recortamos con cuidado y es el momento de dejar que los peques den rienda suelta a su creatividad.

Como veis, el peque pintó las hojas y las castañas con témperas. Cuando hicimos esta manualidad era más pequeñito, así que una vez terminó, los acabados los hicimos nosotros (o sea, el papi de la criatura) con unas ceras, para darle un toque un poco más "real"

Pintando con témperas hojas recortadas en cartón

Luego recortamos una cuerda de la medida que queramos nuestra guirlanda, y sólo hay que ir pegando las piezas que hemos hecho por la parte posterior. Y ya estará lista para colgarla.

Ya véis que es una manualidad muy sencilla pero queda muy bonita. Además, le da al comedor un toque de calidez muy propio del Otoño. ¿Que os parece? ¿Vosotros hacéis algún cambio especial cuando llega el Otoño?

jueves, 27 de septiembre de 2018

Cuentos de Hervé Tullet: Un libro, Colores, ¿Jugamos? y ¡Oh! un libro con sonidos

Hoy os traemos un pequeño recopilatorio de un autor que en casa nos tiene encandilados: Hervé Tullet. Sus cuentos casi casi podríamos considerarlos como juegos, pues se alejan totalmente de los cuentos "convencionales". Son libros que cobran vida cuando abren sus páginas, que hacen que interactúes con ellos y que la experiencia de leerlos sea totalmente interactiva.

La estética de los cuatro es muy parecida. En todos partimos de un punto, y a partir de las instrucciones de cada página, iremos viendo cómo este punto se multiplica, cambia de color, salta o incuso habla. Las ilustraciones son muy coloridas y vibrantes, hacen que desde el primer momento sientas que estás dentro del libro. 

Podemos usarlos con niños bastante pequeñitos. El primero de ellos lo compramos cuando el peque tenía un año y medio aproximadamente, y ya en ese momento lo disfrutaba un montón, a su manera, por supuesto. Pero es que ahora con seis, sigue disfrutándolos incluso más. Ahora que está empezando la aventura de leer el solo, éstos libros nos vienen genial, porque están escritos con frases cortas y sencillas, lo que hace que los pueda entender muy fácilmente. Además, al tiempo que lee está jugando.

  • Un libro

En este libro partimos de un sencillo punto amarillo. Siguiendo las instrucciones, vamos viendo como, de forma casi mágica aparecen nuevos puntos de colores, que se mueven, se entremezclan, crecen, se ordenan... para terminar de nuevo en el punto inicial. 

Portada del libro "Un libro" de Hevé Tullet

Un libro interactivo en el que, como en todos los de la colección, los niños participan de forma activa en el juego/lectura. Con este cuento el peque ha reforzado un montón de conceptos como arriba, abajo, derecha, izquierda, fuerte, suave... 

Interior del libro "Un libro" de Hevé Tullet


Título: Un libro
Autor: Hervé Tullet
Editorial: Kókinos
ISBN: 9788492750368

  • Colores

En colores volvemos a partir de un punto, esta vez de color gris. De nuevo siguiendo las instrucciones, veremos como aparecen nuevos colores, aprenderemos a crear los colores secundarios a partir de los primarios, haremos mezclas para aclarar o oscurecer los colores... 

Portada del libro "Colores" de Hevé Tullet

Totalmente recomendable, es uno de los que más nos gustan. Además, se presta a trasladar todas las instrucciones del libro a nuestras manos, y podemos crear un divertido laboratorio de color con las pinturas que tengamos en casa. ¡Un 10 para él!

Interior del libro "Colores" de Hevé Tullet


Título: Colores
Autor: Hervé Tullet
Editorial: Kókinos
ISBN: 9788494176562

  • ¿Jugamos?

De nuevo vuelve a aparecer un punto amarillo listo para emprender un nuevo viaje. En este libro tenemos que acompañar a nuestro amigo el punto amarillo por una línea que lo hará saltar, girar, revolverse, detenerse ante un semáforo e incluso adentrarse en oscuros paisajes.

Portada del libro "¿Jugamos?" de Hevé Tullet

Éste ha llegado con el peque un poco más mayor, pero lo ha disfrutado igual que el primero de los libros. A pesar de seguir la misma dinámica de los anteriores, cada uno de estos libros es único.

Interior del libro "¿Jugamos?" de Hevé Tullet


Título: ¿Jugamos?
Autor: Hervé Tullet
Editorial: Kókinos
ISBN: 9788416126484

  • ¡Oh! Un libro con sonidos

Acostumbrados cómo estábamos en los otros cuentos, a seguir a los puntos con las manos, éste libro nos ha dejado totalmente sorprendidos porque además, ¡incorporamos el sonido!. Empezamos con un punto azul, pero no un punto azul cualquiera, un punto azul que suena así: ¡OH! Y os lo imagináis ¿no? Si el punto crece, nuestro ¡Oh! es más grande; si el punto se hace pequeñito, nuestro ¡Oh! se oye muy muy bajito. 

Portada del libro "¡Oh! Un libro con sonidos" de Hevé Tullet

Además, a lo largo del cuento aparecerán nuevo amigo, el punto rojo ¡Ah!, el punto amarillo ¡Guau!... con los que mantendremos divertidas conversaciones. Finalmente, este libro mágico nos invitará a crear nuevos amigos para seguir divirtiéndonos.

Interior del libro "¡Oh! Un libro con sonidos" de Hevé Tullet


Título: ¡Oh! Un libro con sonidos
Autor: Hervé Tullet
Editorial: Kókinos
ISBN: 9788416126958


Como veis, no son libros convencionales, son libros en los que los verdaderos protagonistas son siempre los niños. Siguiendo las instrucciones van viendo como se hace la magia y van apareciendo nuevos escenarios que los mantienen completamente enganchados a sus páginas.

Además, son ideales para crear un sinfín de actividades alrededor de ellos: laboratorio de colores, actividades artísticas, actividades de seriación, grafomotricidad, clasificación y conteo... las posibilidades que nos dan estos puntos de colores son infinitas, sólo tenéis que daros una vuelta por Pinterest y ¡veréis cuantas propuestas!



lunes, 24 de septiembre de 2018

5 nuevas formas creativas para pintar con niños

Como ya os explicamos en posts anteriores, este verano hemos estado experimentando con los colores, y con nuevas formas de pintar. En julio os compartimos cinco formas creativas para pintar, y hoy os traemos otras cinco técnicas que hemos probado durante estos meses, algunas con resultados espectaculares. ¡Allá vamos!

Resultado de poner una cartulina sobre burbujas coloreadas

  • Pintar con gomas elásticas

Una idea que vimos en Pinterest y que a mi personalmente me tenía fascinada. En el fondo de una bandeja colocamos un papel. Luego pasamos varias gomas alrededor de la bandeja, cómo si estuviéramos construyendo una guitarra. Con un pincel vamos empapando de forma generosa las gomas. Una vez todo preparado, sólo hay que tensar la goma con los dedos, y dejarla escapar para que salpique de pintura el papel. 

Pintando con gomas elásticas

¡Ojo! Si es posible, mejor hacer esta actividad en el exterior, con bata, ropa vieja o sin camiseta. Cuando la pintura salpica, la mayor parte va hacia la bandeja...pero os tengo que decir que el peque lo hizo sin camiseta, y cuando terminó su piel era multicolor.

  • Pintar con pompas de jabón

Esta técnica nos dio bastantes quebraderos de cabeza. Tenía las expectativas muy altas, porque había visto muchas imágenes del resultado y todas eran de cercos brillantes y perfectos. Y en nuestro primer intento (usando líquido de burbujas con un poco de tempera)  no fue así, ni conseguimos cercos, ni conseguimos brillo, sólo conseguimos una actividad sensorial muy divertida, que tampoco estuvo mal.  Pero pedimos consejos en Instagram y gracias a todas las ideas ¡conseguimos que funcionara!

Pintando con líquido de pompas y pintura

En el segundo intento, pusimos varios vasitos de café con pintura, lavavajillas y un poquito de agua (muy poca). Con una pajita, íbamos soplando para crear espuma. Cuando la espuma sobresalía del vaso, poníamos una cartulina blanca encima que hacía que las burbujitas explotaran y quedaran unos cercos súper chulos.

Haciendo espuma con pintura, lavavajillas y agua

  • Pintar con esponja

No era la primera vez que usábamos una esponja cómo herramienta de pintura, pero hasta ahora siempre habíamos usado esponjas con formas para estampar.

Pintando una galaxia con una esponja

Esta vez usamos una esponja corriente para crear una galaxia. Simplemente íbamos mojando la punta de la esponja en los diferentes colores (azules y morados) y íbamos cubriendo una cartulina negra dando toques aquí y allá. La técnica en si no tiene más misterio, pero el resultado de la galaxia me pareció espectacular. Nos gustó tanto que tenemos pendiente poner un marco para colgarlo en algún lugar.

Galaxia hecha con pintura azul y lila aplicada con esponja, y salpicaduras de pintura blanca

  • Pintar con diferentes pinceles caseros

Esta técnica al peque le gustó mucho, no sólo a la hora de pintar, si no también el rato que estuvo por casa buscando cosas que pudiera hacer servir cómo pincel.

La preparación es muy sencilla, sólo necesitamos unas pinzas de la ropa y lo que creamos que nos puede servir para pintar. Nosotros usamos papel de aluminio, algodón, papel film, foam, fieltro, un pompón, cuerda, limpiapias, esponja y una planta. Y se me ocurren un montón de cosas más que podríamos usar, así que seguro repetiremos.

Pinceles caseros hechos con pinzas de la ropa y papel de aluminio, algodón, papel film, fieltro, etc.

Una vez que tengáis los elementos que queréis utilizar, hay que ponerlos en la pinza y probar a pintar en un papel a ver que sale. Algunos funcionan mejor que otros, nosotros en la hoja donde hicimos las pruebas, pusimos el nombre de lo que habíamos usado al lado de cada trazo y si nos había parecido adecuado o no para pintar. 

Resultado de pintar con pinceles fabricados con elementos caseros

  • Pintar con cola y sal

Esta técnica también la habíamos probado, y de momento, también se nos resiste un poco. Se trata de, sobre un fondo oscuro, hacer un dibujo con cola blanca. Cuando tenemos nuestro dibujo, lo cubrimos todo con sal, apretamos un poquito y la sacudimos. 

Pintando con tempera diluida en agua un dibujo hecho con cola blanca y sal

Por otro lado hay que preparar un poco de pintura diluida en agua. Esta pintura la iremos poniendo con suavidad, con la ayuda de una pipeta o cuentagotas encima de la sal que ha quedado adherida a la cola blanca. 

Pintando con tempera diluida en agua un dibujo hecho con cola blanca y sal

¿Qué problemas nos hemos encontrado? La primera vez usamos un poco de colorante alimentario diluido con agua, y los colores nos quedaron muy muy apagados. Esta segunda vez usamos temperas, también diluidas con un poquito de agua. Los colores quedaron muy muy brillantes, pero...la pintura se nos desparramaba por todo el dibujo. Tenemos pendiente repetir con los consejos que nos han dado en Instagram: dejar secar bien  la cola, apretar bien la sal o usar acuarelas. Ya os contaremos los resultados

Y estas han sido todas nuestras pruebas, hasta el momento. Pero como nos gusta probar y experimentar, seguiremos buscando nuevas formas divertidas para pintar. ¿Conocéis alguna otra? ¿Nos dais nuevas ideas? 


jueves, 20 de septiembre de 2018

Caleidoscopio DIY con materiales reciclados

Este es uno de esos proyectos que parecía que estaba destinado al fracaso. Hacía ya mucho tiempo que habíamos intentado hacer este caleidoscopio, siguiendo algunos tutoriales que habíamos leído por Internet...y nunca nos había funcionado.

Hasta llegar a hacer éste caleidoscopio, habíamos probado a hacerlo con trocitos de CDs, con papel de plata y con la parte interior de los bricks...y nada. Hasta el momento no nos habían funcionado. Pero, gracias a @funtastic.mom, descubrimos este papel de espejo flexible que fue el elemento clave que necesitábamos para poder hacer este proyecto. Así que hoy os traigo el paso a paso

Materiales para hacer un caleidoscopio casero

Materiales

  • Tubo de cartón
  • Papel de espejo flexible
  • Plástico transparente
  • Cartón
  • Silicona caliente
  • Hamabeads o abalorios
  • Papeles, pegatinas, pinturas... (lo que más os guste para la decoración)

Procedimiento


Lo primero que tenemos que hacer es dibujar el contorno de nuestro tubo de cartón en un papel (nosotros usamos el de un rollo de cocina). Dentro del dibujo que hemos hecho, tenemos que dibujar un triángulo (podéis usar la fórmula matemática, pero vamos, que a ojo sale bien también). Medimos los lados y los trasladamos a un cartón (de una caja de cereales, por ejemplo). 

Esquema para montar caleidoscopio

Tenemos que dibujar tres rectángulos, cada uno del ancho de cada lado del triángulo, y de largo unos cuatro dedos menos que nuestro rollo de cartón. Explicado parece un poco raro, pero en la foto de arriba se ve un poco más claro. Los recortamos, y encima de cada rectángulo, pegamos un trozo de espejo flexible de la misma medida (se recorta perfectamente con tijeras y es autoadhesivo)

Con estos tres trozos de cartón, volvemos a montar el triángulo con el espejo mirando hacia la parte interior y lo introducimos en el tubo de cartón. Una vez en posición, lo aseguramos con un poco de silicona caliente.

Ahora tenemos que recortar un círculo de cartón de la medida del tubo, hacerle un agujero más pequeño en el centro (con una troqueladora, por ejemplo) y pegarlo en la parte superior el tubo.

Para la parte inferior, tenemos que recortar dos círculos de plástico transparente (nosotros usamos el plástico de un envase), uno un poco más pequeño que el otro, puesto que irá en el interior del tubo. Esta pieza más pequeña, la introducimos en el tubo hasta que toque al triángulo del interior, y allí la aseguramos con un poco de silicona.


Sobre el plástico que hemos colocado, ponemos nuestras cuentas, hamabeads o lo que queramos que se vea en el caleidoscopio. Finalmente, en la parte inferior, pegamos el círculo transparente que habíamos recortado, asegurándolo bien para que no se escape nada del interior.

Y ya sólo nos queda decorar. En nuestro caso hemos usado papel holográfico, una cinta de lentejuelas y unas pegatinas. El cartón de la parte superior la pintamos con nuestros PlayColor. Y ya tenemos nuestro caleidoscopio terminado.

Caleidoscopio DIY terminado

Vista interior del caleidoscopio DIY

Este es, de lejos, el proyecto del que estamos más orgullosos, por todo lo que nos ha costado dar con la fórmula perfecta, y por no habernos rendido a pesar de todos los intentos que habíamos hecho previamente. Además, excepto el papel de espejo, que compramos en Amazon, el resto de materiales son todos reciclados. ¿Qué os parece?


lunes, 17 de septiembre de 2018

3 experimentos sencillos para hacer con los peques

Este verano, además de manualidades y mucho, mucho juego, hemos vuelto a hacer un montón de experimentos, algo que al peque le encanta. Algunos que requieren un poco más de preparación y tiempo, ya os los hemos ido mostrando por aquí o por Instagram

Hoy sin embargo, os traemos tres experimentos que son muy fáciles y rápidos de preparar, ideales para esas tardes después de la escuela en la que los peques quieren hacer algo, pero el tiempo escasea. ¿A vosotros también os pasa que vuestros hijos os piden hacer mil actividades después del cole? ¡No sé de dónde sacan la energía!


Nubes de lluvia con espuma de afeitar

Para este experimento necesitaréis:
  • Un bote transparente de boca ancha
  • Agua
  • Espuma de afeitar
  • Colorante alimentario
  • Cuentagotas
Sólo tenéis poner agua en el bote (más o menos unos tres cuartos) y por encima del agua, una capa generosa de espuma de afeitar.

Por otro lado preparáis un poco de agua coloreada. Nosotros lo hicimos en azul, pero vale cualquier color, incluso se pueden preparar varios colores para que quede bien vistoso.

Con un cuentagotas, hay que ir echando el agua coloreada sobre la espuma de afeitar. Al principio es cómo tener una nube esponjosa y ligera, pero según vamos añadiendo nuestra agua coloreada, ésta se va abriendo paso a través de la espuma hasta que la vemos caer por abajo, cómo si fuera lluvia. 

Nube de espuma de afeitar en un bote

Podemos aprovechar el experimento para hablar de cómo se forman las nubes, que pasa cuando llueve, los tipos de nubes que existen... Según el interés de los peques puede ser una actividad muy completa y enriquecedora.

Arcoíris de M&M o Lacasitos en un plato

Para este experimento necesitáis:
  • Un plato blanco plano
  • Caramelos tipo M&M, Lacasitos o Skittles
  • Agua
En un plato vamos colocando los caramelos alrededor del borde, alternando los colores. Luego hay que añadir agua, a ser posible un poco templada, hasta que toque a  los caramelos. ¡Y empieza la magia! Veréis como poco a poco el colorante que recubre los caramelos se va disolviendo, y al contener azúcar, debido a la diferencia de densidad con el agua, va creando un efecto precioso hacia el centro del plato. Si queréis ver otro experimento en el que interviene la densidad, podéis pasaros por la entrada Experimentando con el color 4 dónde os enseñamos cómo hacer un arcoíris en un vaso.

Arcoíris de caramelos en un plato

¡Ojo! Para hacer este experimento hay que ser rápido en la preparación, porque si no corremos el riesgo de quedarnos sin materia prima. Los caramelos son una excelente distracción mientras esperas a que el agua haga su trabajo. ¡Nosotros no pudimos repetirlo porque nos habíamos terminado la bolsa de caramelos!

Aceite y agua coloreada

Para este experimento necesitáis:
  • Un recipiente grande
  • Aceite vegetal
  • Agua y colorante alimentario
  • Cuentagotas
En un recipiente colocamos una capa de aceite vegetal. Por otro lado, preparamos varios vasos con agua de diferentes colores.

Dejamos que los peques vayan poniendo gotas de agua de colores sobre el aceite, que observen que pasa con las gotas, si pueden "deshacerlas", o juntarlas. Es una mezcla entre experimento y actividad artística (la ciencia en general es un poco así). 

Bandeja con aceite vegetal y gotas de agua coloreada

Es un experimento ideal para hablar a los peques de la densidad y de los líquidos no miscibles. 

Cómo veis, los tres experimentos son rápidos de preparar, preparados con materiales que tenemos todos por casa y que despiertan la curiosidad de los peques. Al menos el nuestro, después de cada experimento, nos asalta con un montón de preguntas que ¡nos dejan boquiabiertos! ¿Vosotros habéis probado alguno de éstos?

jueves, 13 de septiembre de 2018

¿De qué color es un beso? de Rocío Bonilla

¿De qué color es un beso? de la genial Rocio Bonilla, es un álbum ilustrado que en esta casa nos tiene robado el corazón por completo por varias razones. Por aquí lo conocemos como el cuento de la Minimoni.

Portada del álbum ilustrado ¿De qué color es un beso?

La pequeña protagonista de éste cuento es una niña llamada Mónica, a la que todos llaman Minimoni. Una niña que, al igual que nuestro peque, lo que más le gusta del mundo es pintar. Ha pintado muchísimas cosas, pero...nunca ha pintado un beso. No sabe de qué color es.

A lo largo del libro, la pequeña va haciendo un recorrido a través de los diferentes colores, reflexionando por qué le gusta cada color, a que le recuerda...y también pensando en las cosas que no le gustan y que llevan ese color. A través del rojo, del verde, del amarillo, del marrón, del blanco, del rosa, del azul y del negro, Minimoni se da cuenta que todos los colores le recuerdan a cosas que le encantan, pero también que no le gustan nada. Está hecha un lío. ¿Y quién puede solucionar este problema? ¿Y si le preguntamos a mamá? ¿Os imagináis de color puede ser un beso?

Página interior del álbum ilustrado ¿De qué color es un beso?

Uno de los puntos que más me gustan de éste cuento es el tratamiento que hace los colores, relacionándolos con cosas positivas y negativas. Hace tiempo que en casa tenemos "El monstruo de colores" de Anna Llenas, y lo habíamos usado muchísimo para introducir al peque en el mundo de las emociones. Pero...se nos había quedado un poco corto. Creo que éste libro es estupendo para complementar al otro.

Página interior del álbum ilustrado ¿De qué color es un beso?

Cómo ya os he dicho, al peque le encanta pintar, y alguna vez, al usar colores que están relacionados con emociones que muchas veces catalogamos de forma errónea como negativas (rabia, miedo...), se había empezado a hacer preguntas y éste cuento nos ha ayudado a darle respuesta. 

Página interior del álbum ilustrado ¿De qué color es un beso?

Las ilustraciones de Rocío Bonilla son dulces, llenas de color y de vida. Sólo con ver a Minimoni en la portada, ya te enamoras de ella. Si queréis conocer un poco más de su trabajo, pasad por su página web. A nosotros nos tiene fascinados.

No se si todavía se podrá conseguir, pero nosotros tenemos una edición especial que incluye un medidor de pared precioso, con la misma ilustración de la página del libro dedicada a las cosas positivas del color negro. 

Título: ¿De qué color es un beso?
Autor: Rocio Bonilla
Editorial: Algar
ISBN: 9788498457841