jueves, 29 de octubre de 2020

5 personajes de Halloween con palitos de helado

Este año vamos a tener una fiesta de Halloween casera, así que estamos ambientando la casa para la ocasión. No demasiado, no creáis, pero hemos sacado las decoraciones que hemos hecho en otras ocasiones y las hemos colocado por casa. Y este año hemos incorporado a 5 personajes de Halloween que hemos hecho con palitos de helado, un poco de pintura y poco más. Una idea sencilla que vimos en Pinterest, y que además, podemos adaptar a cualquier festividad.

Personajes de Halloween hechos con palitos de helado: calabaza, bruza, momia, Frankenstein y espantapájaros

La base de todos los personajes la hemos hecho de la misma forma, pegando palitos de helado con un poco de silicona caliente y reforzando con cinta adhesiva. La cantidad de palitos dependerá de la medida de los mismos, cuanto más grandes, menos unidades tendremos que usar. Los nuestros son de 1,5x18cm.

Palitos de helado unidos con silicona caliente y cinta adhesiva


  • Calabaza de Halloween

Para hacer la calabaza de Halloween necesitamos una base de 6 palitos de helado. Tenemos que pintar esta base con color naranja y dejar secar muy bien. Una vez seco, dibujamos con un lápiz los detalles que queremos que tenga nuestra calabaza y con un pincel muy fino, rellenamos con pintura negra. Es el modelo más sencillo de todos.

Calabaza de Halloween hecha con palitos de helado

 

  • Momia

Nuestra momia tiene una base de tres palitos que pintamos de color blanco. Una vez seca la pintura, pegamos un par de ojitos móviles (o si no tenéis, los podéis dibujar con un rotulador) con silicona caliente, y envolvemos nuestra momia con lana o cinta de color blanco. ¡Y ya tenemos otro personaje listo!

Momia hecha con palitos de helado

 

  • Frankenstein

Para hacer a Frankenstein hemos usado una base de 6 palitos y además, le hemos pegado por la parte de atrás otro palito de forma horizontal en la parte superior, de forma que sobresalga por los dos lados. Los extremos que sobresalen serán los "tornillos"

Frankenstein hecho con palitos de helado

 

Con un lápiz dibujamos el pelo de Frankenstein y lo pintamos de negro (junto a los tornillos). El resto de la cara tenemos que pintarla de verde. Una vez seca la pintura, pegamos un par de ojitos móviles (o los pintamos) y dibujamos con un lápiz los detalles. Con un pincel fino, vamos rellenando estos detalles con pintura negra ¡Y listo!

  • Espantapájaros

Al igual que el resto, partimos de una base de 6 palitos, y además pegamos otro en la parte delantera un poco inclinado para que haga de sombrero. Este sombrero lo pintaremos de color naranja. El resto lo dejaremos de color natural.

Para los detalles de la cara, pegaremos o dibujaremos unos ojos, y pintaremos con pintura y un pincel fino todos los detalles.

Espantapájaros hecho con palitos de helado

 

El pelo de paja nosotros lo hemos hecho con tiras de papel amarillo que hemos doblado en zigzag para darle volumen. Una vez preparadas las tiras sólo hay que pegarlas por la parte posterior de forma que sobresalgan un poco por los lados.

  • Bruja

Es el personaje que lleva más materiales "extra". Nosotros pintamos la base de color morado, aunque podéis usar el color que más os guste: negro, verde, natural... Una vez seca la pintura, le pegamos los ojos, dibujamos los detalles y los repasamos con pintura. Nosotros le hemos hecho un par de dientes y una verruga, para tratar de hacerla algo más terrorífica (aunque no hemos tenido mucho éxito)

Para hacer el pelo, hemos usado un poco de lana negra que hemos cortado a tiras. Lo hemos pegado a la base con un poco de silicona caliente. Aquí podéis dejar que los peques se recreen, combinando varios colores de lana, haciéndole algún peinado espeluznante o incluso jugando a cortarle el pelo.

Bruja hecha con palitos de helado

 

El gorro lo hemos hecho con goma eva con purpurina, pero también podéis usar goma eva normal o cartulina. Lo que tengáis por casa.

Como veis, con los palitos de helado se pueden hacer verdaderas maravillas. Nosotros anteriormente los habíamos usado para hacer puzzles, y también para hacer unas manualidades STEM que os enseñamos hace unas semanas. Pero con ésta técnica, se me ocurren mil personajes que podemos recrear, desde animales a personajes de película o de otras festividades como la Navidad.

Y con la casa ya lista, sólo nos queda preparar el menú de la noche, que creo que va a ser el mismo que el del año pasado (podéis ver las recetas que hicimos en ésta entrada), escoger el disfraz y disfrutar de la noche. Nosotros este año hemos apostado por un Escape Room temático que hemos comprado en la web de Escape Room en Casa. Ya hicimos uno durante el confinamiento y al peque le encantó, así que vamos a repetir experiencia esta vez con una temática que viene de perlas para esta noche.

Y entre monstruo y monstruo, también vamos a dejar un hueco para las tradiciones de siempre, así que esta semana nos pondremos manos a la obra con los panellets para que la noche de Halloween / Castañada, podamos disfrutar de ellos junto a unas buenas castañas. ¿Vosotros seguís celebrando las fiestas de siempre, o habéis sucumbido totalmente a Halloween?

jueves, 22 de octubre de 2020

5 cuentos de Halloween para niños

De nuevo tenemos aquí una de las noches más terroríficas del año. Ya os hemos explicado en otras ocasiones que Halloween es una fiesta que no nos termina de convencer, pero el peque no opina lo mismo, y al final, termina por contagiarnos a todos su entusiasmo. 

Y mientras vamos rescatando decoraciones de otros años, hemos desempolvado también algunos cuentos para niños con temática de Halloween que tenemos en casa (aunque alguno nos gusta tanto que lo leemos todo el año). Estos son nuestros cinco preferidos.

Calabazas de Halloween


¡Qué risa de huesos!

Un libro cuyos protagonistas son tres esqueletos (un esqueleto grande, un esqueleto pequeño y un perro esqueleto), que viven en un sótano. Una noche deciden salir de casa a dar un paseo y de paso asustar a alguien. Por el camino, juegan, cantan y se divierten, hasta que se dan cuenta que todo el mundo está durmiendo y no hay nadie a quién asustar.

Portada del libro ¡Qué risa de huesos!

 

Pero eso no les detiene, y su imaginación les hace buscar fórmulas para seguir divirtiéndose...hasta que terminan por asustarse ellos mismos.

Interior del libro ¡Qué risa de huesos!

 

Es un libro sencillo, divertido y con una historia fácil de seguir. Aunque el objetivo de los esqueletos es asustar, la historia tiene más de humor que de miedo. Las ilustraciones son muy llamativas, con colores que destacan sobre fondos predominantemente negros. Además, la portada les va a encantar, ¡brilla en la oscuridad!

Interior del libro ¡Qué risa de huesos!

 

Título: ¡Qué risa de huesos!
Autor: Janet y Alan Ahlberg
Editorial: Kalandraka
ISBN: 9788484643852

 

Donde viven los monstruos

Un libro clásico, escrito e ilustrado por Maurice Sendak, que nos cuenta el viaje del pequeño Max desde su habitación, donde lo ha manado su madre después de una larga lista de travesuras, hasta el mundo de los monstruos, donde será coronado como rey de todos ellos.

Portada del libro Donde viven los monstruos

 

Allí, después de una gran fiesta, termina mandando a los monstruos a dormir sin cenar (igual que su madre hizo con él). Entonces Max empieza a sentirse solo, pero un olor de comida que llega un lugar muy lejano, le hace abandonar ese fantástico mundo y volver a su habitación, donde lo espera la cena caliente. 

Interior del libro Donde viven los monstruos

 

Un cuento fantástico a la par que terrorífico, que recuerda la montaña rusa de emociones que vive un niño cuando se enfada. Las ilustraciones son tremendas, algunas de ellas directamente para enmarcar.

Interior del libro Donde viven los monstruos

 

Este cuento es muy conocido, y ha inspirado una película que lleva el mismo nombre. Leer el cuento y ver la peli nos parece un planazo para este Halloween casero que vamos a pasar. 

Título: Donde viven los monstruos
Autor: Maurice Sendak
Editorial: Kalandraka
ISBN: 9788484648581
 
 

Monstruopedia, un catálogo de monstruos (que no existen)

Este es sin duda, nuestro cuento favorito de Halloween. En él se nos presenta una selección de monstruos todos en situaciones divertidas: el boggart tiene miedo a la oscuridad, a la momia se le ha terminado el papel higiénico después de ir al baño, el monstruo del lago no sabe nadar...

Portada del libro Monstruopedia, un catálogo de monstruos (que no existen)

 

Es un libro para reír mucho, para superar miedos y enfrentarse a todos esos monstruos que a los peques les inquietan. Después de leer este libro seguro que los ven con otros ojos. 

Interior del libro Monstruopedia, un catálogo de monstruos (que no existen)

 

Con textos rimados, nosotros terminamos por recitarlo casi de memoria. Los dibujos, al igual que el texto, muestran a los monstruos de forma tan divertida que no queda otra que acabar a carcajadas.

Interior del libro Monstruopedia, un catálogo de monstruos (que no existen)

 

Título: Monstruopedia. Un catálogo de monstruos (que no existen)
Autor: Raquel Gu
Editorial: B de Blok
ISBN: 9788416075898

 

¡Cómo mola tu escoba!

Este libro de Julia Donaldson es uno de esos que leemos y leemos y no nos cansamos de él. Os lo enseñamos en esta entrada, cuando os hablamos de otros libros de esta autora.

Portada del libro ¡Cómo mola tu escoba!

 

La protagonista del libro es una bruja, con su gato y su escoba. Pero no es la clase de bruja terrorífica en la que los niños piensan cuando les hablas de estos personajes. Esta bruja es amable, servicial y entrañable. Seguro que después de leer el cuento, los peques tendrán otra imagen de estos terroríficos personajes. Si queréis saber más, aquí podéis ver un poquito el libro por dentro y conocer más detalles de la historia.

Al igual que del libro de Maurice Sendak, este cuento también ha inspirado una película de dibujos. Esta la vimos hace unos meses y es una delicia.

Título: ¡Cómo mola tu escoba!
Autor: Julia Donaldson
Ilustrador: Axel Scheffler
Editorial: Bruño
ISBN: 9788469627068

 

Anna Kadabra. El club de la Luna Llena

Un libro de Pedro Mañas para niños un poco más mayores, ideal para los que se han soltado a leer de forma autónoma. Es una historia que tiene todos los ingredientes para enganchar a los niños: misterios, magia, amistad...

Portada del libro Anna Kadabra. El Club de la Luna LLena

 

Anna es una niña que se traslada con sus padres a Moonville. Está enfadada porque no quiere dejar la vida que tiene en la ciudad. Pero al llegar a Moonville descubre que el pueblo está lleno de secretos. Pronto conocerá un club que cambiará su vida para siempre...

Interior del libro Anna Kadabra. El Club de la Luna LLena

 

Es de esos libros que enganchan, que empiezas a leer y no puedes parar. Además, al igual que el resto, es un libro amable, nada terrorífico, con toques de humor y mucho misterio. De Anna, la protagonista, te enamoras desde el minuto uno, porque no siempre las brujas son las malas del cuento...

Interior del libro Anna Kadabra. El Club de la Luna LLena


Las ilustraciones de David Sierra son sensacionales, hacen que la historia cobre todavía más fuerza si cabe. Leer las aventuras de Anna Kadavra es adictivo (a mi también me ha encantado) y estamos deseando continuar con sus aventuras.

Título: Anna Kadavra. El club de la Luna Llena
Autor: Pedro Mañas
Ilustrador: David Sierra Listón
Editorial: Planeta
ISBN: 9788408223238

 

Estas son nuestras cinco recomendaciones para Halloween. Estos cuentos, más que terroríficos, nos dan una imagen amable y divertida de los monstruos. Y es que los monstruos que dan miedo, al menos por aquí, no nos gustan nada. ¿Vosotros también celebráis Halloween? ¿Cual es vuestro libro preferido de esta temática?



jueves, 15 de octubre de 2020

6 manualidades otoñales para hacer con los niños

¡Por fin hemos podido decirle adiós al verano! Aunque el otoño llegó hace ya algunas semanas, es ahora cuando realmente se está dejando ver nuestra estación preferida. Los días se han vuelto más cortos y ha empezado a hacer algo de fresquito. Ya apetece pasar más ratos en casa, por lo que hemos empezado a hacer algunas manualidades otoñales para ir decorando y ambientando nuestro comedor.

 

Hoy os vamos a enseñar algunas de las manualidades que hemos ido haciendo por si os apetece hacerlas con los niños.

Árbol de otoño

Para hacer esta manualidad (y alguna otra de las que os enseñaremos), necesitáis hacer previamente una excursión al bosque, o al parque. Porque los materiales que necesitamos son básicamente palitos, hojas y cualquier otro elemento otoñal que podáis encontrar.

Lo primero que tenemos que hacer es una estructura con los palitos en forma de triángulo. La estructura la iremos cubriendo con hojas secas, piñas, avellanas, bellotas...que pegaremos con silicona caliente (o cola blanca).

Una vez que tenemos el árbol montado, tenemos que hacerle un soporte. Para eso usaremos también algunos palos de los que hemos recogido. Pegamos tres en forma de asterisco, y uno mas pequeñito en vertical desde el centro del asterisco. Este soporte lo tenemos que unir a nuestra estructura con silicona. ¡Y ya tenemos un árbol genial para un rincón de estación!


 

Hada del bosque

Para esta manualidad necesitamos también hojas, de diferentes formas y tamaños. También necesitamos una cartulina grande y pinturas.

Lo primero es dibujar el hada (o duende, o el personaje que los peques prefieran) y pintarla. Tienen que terminarla entera, dejando el pelo libre, sin dibujar ni pintar.

Una vez tienen a su personaje preparado, hay que ir pegando las hojas que harán el papel de pelo. Podemos usar hojas de diferentes colores, formas y tamaños para peinar a nuestra hada. Es el momento de dejar que fluya la creatividad y crear peinados locos y divertidos. Lo mejor es que si hacéis varias, todas quedarán diferentes.


 

Paraguas

Si hay algo que relacionamos siempre con el otoño es la lluvia (aunque luego nunca llegue). Por eso os proponemos esta manualidad sencilla y creativa, ideal para esta época del año.

Para hacer vuestro paraguas necesitáis una cartulina, una cera blanca, acuarelas, una hoja de papel de colores o decorada y un limpiapipas.

Primero tenemos que hacer una base para colocar el paraguas. Para eso dibujaremos algunas líneas con la cera blanca sobre la cartulina, para simular la lluvia. Luego iremos pintando toda la cartulina con acuarelas de colores que recuerden a una tarde lluviosa: azul oscuro, morado, gris... También podéis usar otros tonos, y hacer una tormenta creativa y colorida.

Para hacer el paraguas, cortaremos un trozo de papel más pequeño que nuestra cartulina y lo iremos plegando en forma de zig-zag, marcando bien los pliegues. Con ayuda de un poco de celo, fijamos uno de los extremos y abrimos el resto del papel. ¡Ya tenemos nuestro paraguas! Solo nos queda pegarlo en el fondo que hemos hecho y añadirle un limpiapipas como mango.


 

Dibujo otoñal

Hay mil formas de pintar árboles de otoño: con algodón, pompones, bastoncillos para los oídos...Nosotros hemos escogido tapones de corcho.

Lo primero que tenemos que hacer es dibujar un tronco sobre una cartulina blanca. Luego preparamos colores que nos recuerden al otoño (rojo, naranja, amarillo...) y varios tapones de corcho. 

Iremos estampando con el tapón sobre lo que sería la copa del árbol para simular hojas de diferentes colores. El resultado es un árbol otoñal muy bonito, perfecto para decorar un rincón de estación.

Es una manualidad ideal para los más pequeños. Los corchos son fáciles de coger con las manos y no hay que seguir ningún tipo de patrón. Y si no tenéis tapones de corcho, podéis sustituirlo como os hemos comentado, por bastoncillos, pompones...incluso podemos reconvertir la propuesta en una actividad sensorial y pintar la copa del árbol con los dedos.



Corona de otoño

Para hacer esta corona hemos aprovechado la técnica que usamos cuando estábamos aprendiendo sobre la capilaridad

Dibujamos hojas de diferentes formas y tamaños sobre papel de filtro (del que se usa en las cafeteras) y las recortamos. Una vez cortadas, vamos pintando con rotulador diferentes "manchas". Puede ser solo un borrón o podemos crear patrones.

Cuando tengamos nuestras hojas preparadas, las ponemos sobre una bandeja y con una pipeta vamos añadiendo agua sobre las "manchas" que hemos hecho. Veremos cómo la tinta se va extendiendo por la hoja, creando diferentes tonos y motivos.

Mientras esperamos que se sequen las hojas, podemos preparar la base de la corona. Nosotros la hemos hecho con un plato de cartón (también podéis hacerlo con cartulina o una caja de cartón). Le hemos recortado la parte central y lo hemos pintado.

Solo nos queda montar la corona. Para eso, iremos pegando las hojas alrededor del plato, intentando cubrir toda la superficie. Podemos añadir algún elemento otoñal, dar "textura" a la hojas con colores o simplemente dejarla así.

Para finalizar, pegamos un trocito de cinta por la parte de atrás y ya estará lista para colgar.


 

Árbol de algodón

Para la primera parte de esta manualidad necesitaréis discos de algodón y pinturas de colores otoñales. Podéis usar acuarelas o temperas muy diluidas en agua.

Colocamos los discos sobre una bandeja, y con una pipeta vamos manchando el algodón. No hay que seguir ningún orden, podemos pintar discos de un solo color o ir combinando varios. Cuando los tengamos todos pintados, tenemos que dejar secar los discos completamente.

Por otro lado, necesitamos una cartulina de color marrón para hacer el tronco. Lo recortamos de la forma que más nos guste y lo pegamos sobre una cartulina blanca (también podemos dibujarlo directamente, si no tenemos cartulina marrón).

Y una vez los discos están secos, solamente hay que ir pegándolos sobre la cartulina para formar la copa. El algodón le dará volumen a nuestro árbol. Para finalizar, podemos dibujar algunas hojas en el suelo, o si tenemos hojas en casa, pegarlas directamente en la parte inferior. 


 

Si os gustan nuestras propuestas otoñales, en Instagram podéis encontrar muchas más. Además, si os gustan las bandejas de estación, en esta entrada os explicamos cómo preparamos cada año nuestro rincón de otoño, un recurso sencillo y bonito para que los más peques entiendan mejor el paso del tiempo. ¿Cual es vuestra estación preferida? Nosotros sin duda, nos quedamos con esta.





jueves, 8 de octubre de 2020

2 manualidades STEM con palitos de helado

Por aquí ya hemos pasado nuestra primera semana confinados desde que empezó el cole. Ha sido por un resfriado, pero entre esperas para hacer el test y demás, pues la cosa se ha alargado. Y como teníamos mucho tiempo libre, hemos aprovechado para hacer algunas manualidades STEM, usando como elemento base los palitos de helado o depresores.

Elevador hidráulico y noria hechos con palitos de helado
 

Las manualidades STEM son aquellas que aúnan ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics), y estas dos que os enseñamos hoy, tienen un poquito de todo.

Son un poco más elaboradas que las que normalmente os mostramos, pero nada que con paciencia y tiempo libre no se pueda hacer. Además, los peques aprenderán un montón de conceptos nuevos, que quizás a según que edad no terminen de entender del todo, pero que seguro más adelante les van a ser de gran utilidad. Y sobretodo, lo van a pasar bien creando algo con nosotros desde cero, y van a poder usar estas creaciones para jugar una vez terminemos ¿Empezamos?

Elevador hidráulico

Materiales

  • Palitos de helado
  • Palitos redondos
  • Pinchos encuadernadores
  • Cartón
  • 2 jeringuillas (sin aguja)
  • Tubo de goma
  • Bridas
  • Pistola de silicona
  • Agua y colorante
  • Taladro (opcional)

Procedimiento

Lo primero que tenemos que hacer es decidir que altura queremos que tenga nuestro elevador. Nosotros lo hicimos solo de dos alturas porque no teníamos suficientes palitos para hacerlo más alto (y tampoco podíamos salir a por más por lo que os hemos explicado).

Tenemos que contar que cada altura, son dos palitos por cada lado (en forma de cruz). Tenemos que hacer un agujero en cada extremo y otro en el centro. Para que en todos los palos queden los agujeros en el mismo sitio (esto es muy importante), lo mejor es alinearlos bien y pegarlos con celo como si fuera un paquete. Una vez los tenemos todos "atados", marcamos los agujeros y con cuidado con un taladro, los agujeremos todos de una vez. 

Presentación de los palitos de helado en forma de cruz para comprobar que los agujeros encajan

 

Una vez tenemos los agujeros, hay que unir primero de dos en dos en forma de cruz, y luego cada cruz entre ellas. Para hacer estas uniones nosotros usamos pinchos encuadernadores. El resultado final tiene que ser una especie de tijera.

Palitos de helado unidos con forma de tijera


Por otro lado, necesitamos dos palitos de helado más. En estos palos, haremos un agujero en el extremo, y en el otro, haremos una hendidura que llegue hasta el centro. Esta será la parte superior del elevador.

Ahora llega el momento de unir todas las piezas. Hay que pasar unos palitos redondos en los agujeros inferiores uniendo las dos tijeras. En la parte superior haremos lo mismo, acordándonos de pasar también los palos que tienen la hendidura.

Uniendo los dos lados del elevador hidráulico con palitos redondondos de madera

 

Recortaremos también una pieza de cartón del ancho que queremos que tenga nuestra plataforma (nosotros usamos un trozo de corcho blanco), y lo usaremos para asegurarnos que la distancia entre las dos tijeras es el mismo. Este paso también es muy importante para que el elevador no quede desequilibrado. Una vez comprobado, podemos pegar los palos redondos con una gota de silicona o pegamento instantáneo y cortar el exceso. Y también podremos pegar la pieza de cartón en la parte superior.

Estructura del elevador hidráulico de palitos de helado terminada

 

Vamos ahora a por la base y el mecanismo. Primero necesitaremos una base de cartón un poco más estrecha que el ancho de nuestro elevador para poder pegar los palos inferiores y el mecanismo hidráulico. 

Para hacer el mecanismo hidráulico, tenemos que agujerear la base del émbolo de una de las jeringuillas y unirlo con una brida a uno de los palos redondos. La jeringuilla la pegaremos al cartón.

Jeringuilla del mecanismo hidráulico del elevador fijada a la base

 

Tenemos que llenar la otra jeringuilla y el tubo de agua (si le ponéis colorante el efecto es más chulo), conectar el tubo a las dos jeringuillas (y si tenéis, usar unas bridas para asegurar que no pierdan agua) ¡y ya podemos probar nuestro elevador!

Elevador hidráulico hecho con palitos de helado

 

Cuando empujamos la jeringa que tenemos llena, el agua pasa por el tubo hacia la otra, que al estar fija, va empujando el émbolo que hemos unido a nuestra estructura haciendo que ésta se eleve. Cuando hacemos el movimiento contrario, el elevador baja. Una forma muy sencilla de poner en práctica el Principio de Pascal. ¡No hay mejor forma de aprender física que viendo cómo se aplica a la vida cotidiana!

Parece algo muy laborioso, pero en realidad es un proyecto que podéis tener hecho en una mañana o una tarde. Nosotros lo hemos hecho todo con materiales que teníamos por casa: las jeringuillas que guardamos de los jarabes del peque, la goma del saca mocos de cuando era bebé, trozos de cartón de cajas de paquetes... 


Noria

Materiales

  • Palitos de helado
  • Regla
  • Papel y lápiz
  • Compas
  • Silicona caliente
  • Palitos redondos
  • Cápsulas de café (opcional)
  • Clips (opcional)

Procedimiento

Aunque no lo parezca, la noria es un poco más "elaborada" que el elevador hidráulico. Es necesario ser muy preciso para que las dos ruedas nos queden exactamente igual. Por eso empezamos haciendo una plantilla, que para el peque fue una clase de dibujo técnico en toda regla.

Para hacer la plantilla tenemos que dibujar un hexágono regular, teniendo en cuenta el ancho de nuestros palitos de helado para que nos quede perfecta. 

Plantilla para hacer una noria de palitos de helado

 

Una vez tenemos dibujada la platilla, presentamos nuestros 6 palitos, y lo pegamos con mucho cuidado de no moverlos,  por el extremo que se tocan. Nos tiene que quedar una especie de estrella de 6 puntas con un círculo en el medio.

Primer hexágono de la noria acabado

 

El siguiente paso es pegar los lados del hexágono, intentando también que todos queden exactamente igual. Si veis que vais acumulando error y los palos no os encajan, se pueden recortar un poquito.

Este paso hay que repetirlo dos veces, hasta tener dos hexágonos lo más parecidos posibles. Nosotros además, para reforzar los ejes, recortamos un cuadrado de cartón al que hicimos un agujero en el centro y le pusimos un ojal metálico. Pero este paso es completamente opcional y va a funcionar igual si no lo hacéis.

Hexágonos de la noria de palitos de helado termiandos

 

Para unir los dos hexágonos, tenemos que recortar 6 palitos redondos de madera del ancho que queremos que tenga nuestra noria. De nuevo, tenemos que intentar ser lo más precisos posible a la hora de pegar estos palitos. Pasamos el eje por los agujeros y ya podemos comprobar que funciona.

Pegando los palitos redondos de separación entre los dos hexágonos de la noria

 

El siguiente paso es hacer la estructura que sostendrá la noria. Para eso tenemos que hacer dos triángulos con los depresores, lo suficientemente altos para que al girar la noria no roce en el suelo. Unimos estos dos triángulos con dos palos de madera, colocamos el eje de la noria y lo fijamos a la estructura con un poco de silicona caliente. Y ya podemos recortar el exceso del eje.

Soporte en forma de triángulo para la noria de palitos de helado

 

Por último, para hacer las cabinas, usamos unas cápsulas de café que unimos con silicona a un clip metálico que habíamos moldeado en forma de gancho. ¡Y ya podemos ponerla en marcha! Esta noria se ha convertido en el parque de atracciones de nuestros SuperZings... ¡Tenemos hasta cola para poder subir!

Noria hecha con palitos de helado y cápsulas de Nespresso


Si queréis ver las dos manualidades en funcionamiento, en nuestro Instagram tenemos algunos vídeos.

Ya veis que nos son proyectos complicados, solo que requieren de mucha atención, precisión y paciencia para que luego funcionen bien. Son manualidades para hacer en familia, ideales para que los peques se adentren en el mundo de la física y la ingeniería de forma lúdica. ¿Os han gustado? Nosotros ya tenemos en mente algunas otras