martes, 26 de noviembre de 2019

Ideas para rellenar el Calendario de Adviento

Quedan muy pocos días para que empiece diciembre, y con él una de las cosas que el peque está esperando con más ilusión: el Calendario de Adviento.

Imagen de congerdesign en Pixabay 

La verdad es que en casa somos muy golosos, y lo más sencillo seria comprar el típico calendario con chocolates en los que cada día abres una ventanita. Pero como nos gusta complicarnos un poquito la vida, y hacer las cosas nosotros mismos, desde hace ya bastantes años nos preparamos nuestro propio calendario.

En cada día del calendario ponemos algo diferente, a nuestro gusto. Y sí, también hay chocolate, pero sobretodo algunos detallitos y muchas, muchas actividades que podemos hacer con los niños durante estos días. Estas son algunas de las que hemos ido poniendo desde que empezamos con esta tradición.


  • Montar el árbol de Navidad y el Pesebre. La actividad más clásica de todas. Normalmente esperamos al puente para poner esta actividad, y es una de las que espera con más ganas.
Poniendo la estrella a un árbol de Navidad

  • Decorar la casa de Navidad. Un poco como la anterior, pero al árbol y el pesebre añadimos guirnaldas, decoramos ventanas y vestimos un poco la casa de Navidad
  • Ir a buscar al Tió. Esta es típica de Catalunya. Es un tronco que llega en diciembre y los niños lo van alimentando hasta el día de Navidad, que se le hace cagar. En nuestro caso el Tió llega al jardín de casa, pero también se puede ir a buscarlo al bosque. Hay empresas como ésta que lo dejan en un sitio determinado y te dan un mapa para que puedas ir a recogerlo con los niños. Me parece toda una aventura.
  • Preparar postales para felicitar las fiestas. Esta tradición se ha perdido con los años, y nosotros queremos recuperarla. Así que cada año preparamos nuestras propias postales DIY que luego entregamos a familiares y amigos. ¿Os acordáis la última vez que recibisteis una carta que no fuera una factura? A mi hijo esto de enviar y recibir cartas le encanta, y ojalá no se llegue nunca a perder del todo.
Postales de Navidad

  • Ir a ver la luces y los mercadillos navideños. Otro clásico. Cada año escogemos una tarde para salir a ver la iluminación de las calles. También aprovechamos para visitar los típicos mercadillos de Navidad que ponen en casi todos los pueblos, y de paso, compramos una nueva decoración para nuestro árbol. Es muy bonito luego, cuando montas el árbol, recordar dónde y cuando compramos cada adorno.
Luces de Navidad

  • Visitar algún pesebre. Hay un montón de propuestas sobre esto: pesebres vivientes, dioramas, recreaciones... Si miráis en la agenda de vuestro pueblo o ciudad, seguro que encontráis alguno que valga la pena visitar.
Pesebre de arena

  • Hacer alguna manualidad navideña. Cuando el peque era más peque, casi todos los años recortábamos estrellas (a su manera). Tenemos una buena colección. Ahora lo que hacemos es poner algún kit sencillito de esos que venden en tiendas como Tiger o Tedi. Esta opción la podemos repetir varios días, tantos como actividades se nos ocurran.
Árbol de Navidad hecho con lana verde y cola, adornado con pompones de colores

  • Tarde de película navideña y palomitas. Escoger entre todos una peli de Navidad y verla juntos, acurrucados en el sillón con una manta y un bol de palomitas me parece un planazo.
  • Hacer galletas de navidad. Esta es otra actividad que repetimos casi todos los años. Pueden ser galletas, magdalenas o cualquier otra cosa que se os ocurra. La idea es pasar una tarde con los peques en la cocina.
Árbol de Navidad de nutella y hojaldre

  • Leer cuentos de navidad. Podéis aprovechar para comprar un cuento nuevo, para hacer un viaje a la biblioteca o simplemente leer lo que tengáis en casa. Nosotros por estas fechas sacamos los cuentos con temática navideña y los dejamos más a mano. Como lleva un año sin verlos para él es como si fueran nuevos.
Libro sobre el Tió de Navidad

  • Pasar el día en algún parque o en el campo. Podemos aprovechar algún fin de semana para hacer alguna excursión, y de paso aprovechar para recoger hojas, palos y piñas para hacer decoraciones o manualidades. 
  • Comer churros con chocolate. Podemos aprovechar para hacer convertir una tarde corriente en un momento especial. Tan fácil como preparar un poco de chocolate caliente y acompañarlo con unos churros.
  • Ir a patinar sobre hielo. En muchas ciudades por estas fechas ponen pistas de patinaje. Me parece un plan súper divertido para hacer con los niños (este año nos vamos a estrenar por primera vez, a ver si sobrevivimos, ajjajaja) Otros años lo que si hemos hecho es probar esos toboganes gigantes de hielo que ponen en algunas ciudades. ¡A los peques les encantan!
Tobogán gigante de hielo

  • Escribir la carta a los Reyes Magos. Cada año le compramos un boli bonito y lo ponemos en el sobre correspondiente junto a una hoja de papel. Nunca hemos usado plantillas de cartas, las hacemos nosotros recortando decoraciones de catálogos y con pegatinas.
Escribiendo la carta a los Reyes Magos

  • Hacer una cena pre-navideña. Los días próximos a Navidad, siempre aprovechamos para hacer una cena un poco más especial los tres juntos. Es como la antesala de la Navidad, pero de forma íntima. Al peque le encanta preparar la mesa y ponerla bonita.
Cena pre-navideña

  • Ir al cine, al teatro o a algún concierto. Diciembre es un mes lleno de propuestas de este tipo. No tiene por que ser una película de estreno. En los centro cívicos y en los teatros de los barrios hay un montón de propuestas a muy buen precio (a veces incluso gratuitas) que podemos aprovechar.
  • Hacer revisión de los juegos y juguetes que ya no usamos y donar los que estén en buen estado. El adviento es un buen momento para hacer revisión de lo que tienen, para que sean conscientes antes de hacer la carta a los Reyes. También es un buen momento para hablar con ellos sobre la situación de otras familias, y cómo podemos ayudarlas a llevar mejor estas fiestas. 
Como veis prácticamente todas las actividades que hacemos o proponemos no implican una gran inversión de dinero. Intentamos proponer planes que se salgan un poco de su rutina habitual y que incluya pasar un poco más de tiempo en familia.

Además de planes, algunos días también incluimos algún regalito, normalmente cositas pequeñas que luego nos sirvan para incorporar a nuestra mochila de viaje y entretenernos cuando estamos fuera:


  • Colores en formato mini
  • Celos decorativos
  • Juegos en formato mini (memory, dados para contar historias, juegos de cartas...)
  • Plastelina 
  • Piezas de madera o cerámica para pintar
  • Bolas de nieve
  • Alguna libreta o libro de actividades pequeño
  • Cuentos (las colecciones de kalandraka o los editorial minis son ideales)
  • Algún juguete como un coche de hot wheels, un Playmobil pequeño...
  • Si coleccionan algo, algún sobre de cromos, de súper zings...
  • Kits para hacer pulseras
Para montarlo podéis escoger entre varias opciones: bolsitas de papel, bolsitas de tela, cajas... Os muestro algunas de las ideas que hemos usado nosotros:

  • Calendario de fieltro. Éste lo tenemos en el pueblo, y la verdad es que cómo sólo usamos los últimos días, casi siempre ha estado lleno de chocolate
Calendario de Adviento de fieltro

  • Pirámides de cartón. Imprimimos la plantilla de ésta página web. El calendario queda monísimo, pero fue una odisea recortar, doblar y pegar todas las pirámides, la verdad.
Calendario de Adviento de pirámides de cartón

  • Bolsitas de cartón. Éste ha sido nuestro calendario por excelencia. Lo compramos en Ikea y lo hemos usado un montón de años: colgado en forma de árbol en la pared, con las bolsitas colgadas del árbol de navidad, colgadas de una rama... 
Calendario de Adviento de bolsas de cartón

  • Bolsas de papel. Fue la opción que escogimos el año pasado. Es muy práctica a la hora de rellenar, porque al haber sobres de diferentes tamaños, puedes jugar con las cosas que pones dentro. Por contra, la colocación fue un poco difícil. Yo lo quería sobre la mesa y costó un montón que se quedaran los sobres en su sitio.
Calendario de Adviento de bolsas de papel


El tamaño en realidad no importa demasiado, porque siempre podemos jugar con la opción de dejar una nota. Hubo un año, por ejemplo que compramos un Jenga en formato mini, pero aún así no entraba en las bolsas que tenemos. Así que simplemente ese día dejamos una nota con pistas para que puedan ir a buscar el regalito dónde lo habíamos escondido.

Al final, elijáis la opción que elijáis, lo más importante es la planificación. Lo mejor es imprimir un calendario de diciembre e ir rellenando las actividades en función del tiempo disponible.

Por ejemplo, tema decoración o actividades que impliquen salir fuera, intentamos ponerlas en fin de semana para que no trastoquen en exceso las rutinas de diario. Las actividades que son mas tranquilas como leer, intentamos ponerlas el día que tiene extraescolar por ejemplo. Películas o cine, pues si puede ser en viernes mejor... 

Esto me parece esencial, porque si no el calendario puede convertirse en un gran estrés. Y siempre es bueno dejar algo de margen para improvisar. Si un día tenemos planificado hacer galletas, pero el peque no está receptivo, pues se cambia a otro día. Yo siempre dejo días libres, que son los que ponemos chocolatinas, para poder mover algunas actividades que por lo que sea al final no nos han cuadrado.

¿Vosotros cómo hacéis lo del Calendario de Adviento? ¿Se os ocurren otras actividades para incluir? ¿Sois más de chocolate o los preparáis en casa como nosotros?




jueves, 14 de noviembre de 2019

Cómo explicar el pH a los niños con un experimento con col lombarda

Esta semana nos metemos en la cocina, pero no para hacer una receta deliciosa, si no para hacer un experimento con un ingrediente especial: col lombarda.

Col lombarda

La verdad es que lo que más nos ha costado de este experimento ha sido precisamente encontrar el ingrediente principal. No me preguntéis por qué, pero tuvimos que recorrer unas cuantas fruterías antes de dar con ella (yo creo que no era temporada)

¿Y que tiene de especial la col lombarda? Pues principalmente su color. Esta col es de un color lila intenso, debido a la presencia de antiocianina, un pigmento que le da ese tono característico, y que además, tienes unas propiedades que nos servirán para hacer este experimento. ¿Empezamos?

Col lombarda troceada

Materiales


- Col lombarda
- Agua
- Vasos de cristal
- Bicarbonato sódico
- Vinagre
- Papel de filtro

Procedimiento


Lo primero que tenemos que hacer es conseguir un "zumo de col lombarda". Para esto tenemos que poner la col en agua y llevarla a ebullición durante una media hora. Veremos como poco a poco el agua se va tintando de color violáceo. Pasado ese tiempo retiramos del fuego, dejamos enfriar completamente y lo pasamos todo por un colador para quedarnos sólo con el "zumo".

Preparando zumo de col lombarda

Una vez tenemos nuestro zumo de lombarda, podemos empezar el experimento propiamente dicho. Como os hemos explicado, la antiocianina tiene una propiedad especial, cambia de color en función de si está en un medio básico o ácido. Por lo tanto, con nuestro zumo hemos conseguido un estupendo indicador de pH.

Presentación del experimento con col lombarda

Para empezar, podemos colocar un poco de nuestro zumo repartido en tres vasos de cristal. En uno de ellos añadiremos bicarbonato sódico (base), en otro un poquito de vinagre (ácido) y el tercero lo guardaremos como control. Veremos que al añadir el bicarbonato, el color de nuestro zumo cambia de color lila un color más azul verdoso. En cambio cuando lo que incorporamos es vinagre, el color se vuelve rojizo.

Añadiendo vinagre al zumo de col lombardaAñadiendo bicarbonato sódico al zumo de col lombarda


Vasos con col lombarda y bicarbonato sódico (azul) y col lombarda y vinagre (rojo)

Después del experimento, el peque apuntó procedimiento y resultados en su libreta de laboratorio, dónde apuntamos todos las actividades que hacemos, con dibujos, resultados... y también si el experimento salió bien o mal, y si nos ha gustado. 

Anotando los resultados del experimento en la libreta de laboratorio

Cómo veis, este zumo es un perfecto indicador de pH. Así que, para aprovechar el zumo sobrante, podemos preparar algunos trocitos de papel indicador. 

Para ésto, recortamos varias tiras de papel de filtro, como el que se usa en las cafeteras, y lo sumergimos en el líquido que nos ha sobrado. Lo dejamos unas horas que se impregne bien, y luego sacamos los papeles y los dejamos secar completamente ¡Ya tenemos papel indicador para hacer mil y una pruebas! 

Papel indicador con filtros de café y col lombarda

En casa nos encantan estos experimentos "culinarios". Nos encanta hacer ciencia en la cocina, porque no necesitamos muchas cosas para convertirnos en grandes científicos. Si queréis ver más experimentos, en Instagram hemos ido compartiendo los que hemos hecho en casa ¿Vosotros hacéis este tipo de actividades con vuestros hijos?