jueves, 27 de septiembre de 2018

Cuentos de Hervé Tullet: Un libro, Colores, ¿Jugamos? y ¡Oh! un libro con sonidos

Hoy os traemos un pequeño recopilatorio de un autor que en casa nos tiene encandilados: Hervé Tullet. Sus cuentos casi casi podríamos considerarlos como juegos, pues se alejan totalmente de los cuentos "convencionales". Son libros que cobran vida cuando abren sus páginas, que hacen que interactúes con ellos y que la experiencia de leerlos sea totalmente interactiva.

La estética de los cuatro es muy parecida. En todos partimos de un punto, y a partir de las instrucciones de cada página, iremos viendo cómo este punto se multiplica, cambia de color, salta o incuso habla. Las ilustraciones son muy coloridas y vibrantes, hacen que desde el primer momento sientas que estás dentro del libro. 

Podemos usarlos con niños bastante pequeñitos. El primero de ellos lo compramos cuando el peque tenía un año y medio aproximadamente, y ya en ese momento lo disfrutaba un montón, a su manera, por supuesto. Pero es que ahora con seis, sigue disfrutándolos incluso más. Ahora que está empezando la aventura de leer el solo, éstos libros nos vienen genial, porque están escritos con frases cortas y sencillas, lo que hace que los pueda entender muy fácilmente. Además, al tiempo que lee está jugando.

  • Un libro

En este libro partimos de un sencillo punto amarillo. Siguiendo las instrucciones, vamos viendo como, de forma casi mágica aparecen nuevos puntos de colores, que se mueven, se entremezclan, crecen, se ordenan... para terminar de nuevo en el punto inicial. 

Portada del libro "Un libro" de Hevé Tullet

Un libro interactivo en el que, como en todos los de la colección, los niños participan de forma activa en el juego/lectura. Con este cuento el peque ha reforzado un montón de conceptos como arriba, abajo, derecha, izquierda, fuerte, suave... 

Interior del libro "Un libro" de Hevé Tullet


Título: Un libro
Autor: Hervé Tullet
Editorial: Kókinos
ISBN: 9788492750368

  • Colores

En colores volvemos a partir de un punto, esta vez de color gris. De nuevo siguiendo las instrucciones, veremos como aparecen nuevos colores, aprenderemos a crear los colores secundarios a partir de los primarios, haremos mezclas para aclarar o oscurecer los colores... 

Portada del libro "Colores" de Hevé Tullet

Totalmente recomendable, es uno de los que más nos gustan. Además, se presta a trasladar todas las instrucciones del libro a nuestras manos, y podemos crear un divertido laboratorio de color con las pinturas que tengamos en casa. ¡Un 10 para él!

Interior del libro "Colores" de Hevé Tullet


Título: Colores
Autor: Hervé Tullet
Editorial: Kókinos
ISBN: 9788494176562

  • ¿Jugamos?

De nuevo vuelve a aparecer un punto amarillo listo para emprender un nuevo viaje. En este libro tenemos que acompañar a nuestro amigo el punto amarillo por una línea que lo hará saltar, girar, revolverse, detenerse ante un semáforo e incluso adentrarse en oscuros paisajes.

Portada del libro "¿Jugamos?" de Hevé Tullet

Éste ha llegado con el peque un poco más mayor, pero lo ha disfrutado igual que el primero de los libros. A pesar de seguir la misma dinámica de los anteriores, cada uno de estos libros es único.

Interior del libro "¿Jugamos?" de Hevé Tullet


Título: ¿Jugamos?
Autor: Hervé Tullet
Editorial: Kókinos
ISBN: 9788416126484

  • ¡Oh! Un libro con sonidos

Acostumbrados cómo estábamos en los otros cuentos, a seguir a los puntos con las manos, éste libro nos ha dejado totalmente sorprendidos porque además, ¡incorporamos el sonido!. Empezamos con un punto azul, pero no un punto azul cualquiera, un punto azul que suena así: ¡OH! Y os lo imagináis ¿no? Si el punto crece, nuestro ¡Oh! es más grande; si el punto se hace pequeñito, nuestro ¡Oh! se oye muy muy bajito. 

Portada del libro "¡Oh! Un libro con sonidos" de Hevé Tullet

Además, a lo largo del cuento aparecerán nuevo amigo, el punto rojo ¡Ah!, el punto amarillo ¡Guau!... con los que mantendremos divertidas conversaciones. Finalmente, este libro mágico nos invitará a crear nuevos amigos para seguir divirtiéndonos.

Interior del libro "¡Oh! Un libro con sonidos" de Hevé Tullet


Título: ¡Oh! Un libro con sonidos
Autor: Hervé Tullet
Editorial: Kókinos
ISBN: 9788416126958


Como veis, no son libros convencionales, son libros en los que los verdaderos protagonistas son siempre los niños. Siguiendo las instrucciones van viendo como se hace la magia y van apareciendo nuevos escenarios que los mantienen completamente enganchados a sus páginas.

Además, son ideales para crear un sinfín de actividades alrededor de ellos: laboratorio de colores, actividades artísticas, actividades de seriación, grafomotricidad, clasificación y conteo... las posibilidades que nos dan estos puntos de colores son infinitas, sólo tenéis que daros una vuelta por Pinterest y ¡veréis cuantas propuestas!



lunes, 24 de septiembre de 2018

5 nuevas formas creativas para pintar con niños

Como ya os explicamos en posts anteriores, este verano hemos estado experimentando con los colores, y con nuevas formas de pintar. En julio os compartimos cinco formas creativas para pintar, y hoy os traemos otras cinco técnicas que hemos probado durante estos meses, algunas con resultados espectaculares. ¡Allá vamos!

Resultado de poner una cartulina sobre burbujas coloreadas

  • Pintar con gomas elásticas

Una idea que vimos en Pinterest y que a mi personalmente me tenía fascinada. En el fondo de una bandeja colocamos un papel. Luego pasamos varias gomas alrededor de la bandeja, cómo si estuviéramos construyendo una guitarra. Con un pincel vamos empapando de forma generosa las gomas. Una vez todo preparado, sólo hay que tensar la goma con los dedos, y dejarla escapar para que salpique de pintura el papel. 

Pintando con gomas elásticas

¡Ojo! Si es posible, mejor hacer esta actividad en el exterior, con bata, ropa vieja o sin camiseta. Cuando la pintura salpica, la mayor parte va hacia la bandeja...pero os tengo que decir que el peque lo hizo sin camiseta, y cuando terminó su piel era multicolor.

  • Pintar con pompas de jabón

Esta técnica nos dio bastantes quebraderos de cabeza. Tenía las expectativas muy altas, porque había visto muchas imágenes del resultado y todas eran de cercos brillantes y perfectos. Y en nuestro primer intento (usando líquido de burbujas con un poco de tempera)  no fue así, ni conseguimos cercos, ni conseguimos brillo, sólo conseguimos una actividad sensorial muy divertida, que tampoco estuvo mal.  Pero pedimos consejos en Instagram y gracias a todas las ideas ¡conseguimos que funcionara!

Pintando con líquido de pompas y pintura

En el segundo intento, pusimos varios vasitos de café con pintura, lavavajillas y un poquito de agua (muy poca). Con una pajita, íbamos soplando para crear espuma. Cuando la espuma sobresalía del vaso, poníamos una cartulina blanca encima que hacía que las burbujitas explotaran y quedaran unos cercos súper chulos.

Haciendo espuma con pintura, lavavajillas y agua

  • Pintar con esponja

No era la primera vez que usábamos una esponja cómo herramienta de pintura, pero hasta ahora siempre habíamos usado esponjas con formas para estampar.

Pintando una galaxia con una esponja

Esta vez usamos una esponja corriente para crear una galaxia. Simplemente íbamos mojando la punta de la esponja en los diferentes colores (azules y morados) y íbamos cubriendo una cartulina negra dando toques aquí y allá. La técnica en si no tiene más misterio, pero el resultado de la galaxia me pareció espectacular. Nos gustó tanto que tenemos pendiente poner un marco para colgarlo en algún lugar.

Galaxia hecha con pintura azul y lila aplicada con esponja, y salpicaduras de pintura blanca

  • Pintar con diferentes pinceles caseros

Esta técnica al peque le gustó mucho, no sólo a la hora de pintar, si no también el rato que estuvo por casa buscando cosas que pudiera hacer servir cómo pincel.

La preparación es muy sencilla, sólo necesitamos unas pinzas de la ropa y lo que creamos que nos puede servir para pintar. Nosotros usamos papel de aluminio, algodón, papel film, foam, fieltro, un pompón, cuerda, limpiapias, esponja y una planta. Y se me ocurren un montón de cosas más que podríamos usar, así que seguro repetiremos.

Pinceles caseros hechos con pinzas de la ropa y papel de aluminio, algodón, papel film, fieltro, etc.

Una vez que tengáis los elementos que queréis utilizar, hay que ponerlos en la pinza y probar a pintar en un papel a ver que sale. Algunos funcionan mejor que otros, nosotros en la hoja donde hicimos las pruebas, pusimos el nombre de lo que habíamos usado al lado de cada trazo y si nos había parecido adecuado o no para pintar. 

Resultado de pintar con pinceles fabricados con elementos caseros

  • Pintar con cola y sal

Esta técnica también la habíamos probado, y de momento, también se nos resiste un poco. Se trata de, sobre un fondo oscuro, hacer un dibujo con cola blanca. Cuando tenemos nuestro dibujo, lo cubrimos todo con sal, apretamos un poquito y la sacudimos. 

Pintando con tempera diluida en agua un dibujo hecho con cola blanca y sal

Por otro lado hay que preparar un poco de pintura diluida en agua. Esta pintura la iremos poniendo con suavidad, con la ayuda de una pipeta o cuentagotas encima de la sal que ha quedado adherida a la cola blanca. 

Pintando con tempera diluida en agua un dibujo hecho con cola blanca y sal

¿Qué problemas nos hemos encontrado? La primera vez usamos un poco de colorante alimentario diluido con agua, y los colores nos quedaron muy muy apagados. Esta segunda vez usamos temperas, también diluidas con un poquito de agua. Los colores quedaron muy muy brillantes, pero...la pintura se nos desparramaba por todo el dibujo. Tenemos pendiente repetir con los consejos que nos han dado en Instagram: dejar secar bien  la cola, apretar bien la sal o usar acuarelas. Ya os contaremos los resultados

Y estas han sido todas nuestras pruebas, hasta el momento. Pero como nos gusta probar y experimentar, seguiremos buscando nuevas formas divertidas para pintar. ¿Conocéis alguna otra? ¿Nos dais nuevas ideas? 


jueves, 20 de septiembre de 2018

Caleidoscopio DIY con materiales reciclados

Este es uno de esos proyectos que parecía que estaba destinado al fracaso. Hacía ya mucho tiempo que habíamos intentado hacer este caleidoscopio, siguiendo algunos tutoriales que habíamos leído por Internet...y nunca nos había funcionado.

Hasta llegar a hacer éste caleidoscopio, habíamos probado a hacerlo con trocitos de CDs, con papel de plata y con la parte interior de los bricks...y nada. Hasta el momento no nos habían funcionado. Pero, gracias a @funtastic.mom, descubrimos este papel de espejo flexible que fue el elemento clave que necesitábamos para poder hacer este proyecto. Así que hoy os traigo el paso a paso

Materiales para hacer un caleidoscopio casero

Materiales

  • Tubo de cartón
  • Papel de espejo flexible
  • Plástico transparente
  • Cartón
  • Silicona caliente
  • Hamabeads o abalorios
  • Papeles, pegatinas, pinturas... (lo que más os guste para la decoración)

Procedimiento


Lo primero que tenemos que hacer es dibujar el contorno de nuestro tubo de cartón en un papel (nosotros usamos el de un rollo de cocina). Dentro del dibujo que hemos hecho, tenemos que dibujar un triángulo (podéis usar la fórmula matemática, pero vamos, que a ojo sale bien también). Medimos los lados y los trasladamos a un cartón (de una caja de cereales, por ejemplo). 

Esquema para montar caleidoscopio

Tenemos que dibujar tres rectángulos, cada uno del ancho de cada lado del triángulo, y de largo unos cuatro dedos menos que nuestro rollo de cartón. Explicado parece un poco raro, pero en la foto de arriba se ve un poco más claro. Los recortamos, y encima de cada rectángulo, pegamos un trozo de espejo flexible de la misma medida (se recorta perfectamente con tijeras y es autoadhesivo)

Con estos tres trozos de cartón, volvemos a montar el triángulo con el espejo mirando hacia la parte interior y lo introducimos en el tubo de cartón. Una vez en posición, lo aseguramos con un poco de silicona caliente.

Ahora tenemos que recortar un círculo de cartón de la medida del tubo, hacerle un agujero más pequeño en el centro (con una troqueladora, por ejemplo) y pegarlo en la parte superior el tubo.

Para la parte inferior, tenemos que recortar dos círculos de plástico transparente (nosotros usamos el plástico de un envase), uno un poco más pequeño que el otro, puesto que irá en el interior del tubo. Esta pieza más pequeña, la introducimos en el tubo hasta que toque al triángulo del interior, y allí la aseguramos con un poco de silicona.


Sobre el plástico que hemos colocado, ponemos nuestras cuentas, hamabeads o lo que queramos que se vea en el caleidoscopio. Finalmente, en la parte inferior, pegamos el círculo transparente que habíamos recortado, asegurándolo bien para que no se escape nada del interior.

Y ya sólo nos queda decorar. En nuestro caso hemos usado papel holográfico, una cinta de lentejuelas y unas pegatinas. El cartón de la parte superior la pintamos con nuestros PlayColor. Y ya tenemos nuestro caleidoscopio terminado.

Caleidoscopio DIY terminado

Vista interior del caleidoscopio DIY

Este es, de lejos, el proyecto del que estamos más orgullosos, por todo lo que nos ha costado dar con la fórmula perfecta, y por no habernos rendido a pesar de todos los intentos que habíamos hecho previamente. Además, excepto el papel de espejo, que compramos en Amazon, el resto de materiales son todos reciclados. ¿Qué os parece?


lunes, 17 de septiembre de 2018

3 experimentos sencillos para hacer con los peques

Este verano, además de manualidades y mucho, mucho juego, hemos vuelto a hacer un montón de experimentos, algo que al peque le encanta. Algunos que requieren un poco más de preparación y tiempo, ya os los hemos ido mostrando por aquí o por Instagram

Hoy sin embargo, os traemos tres experimentos que son muy fáciles y rápidos de preparar, ideales para esas tardes después de la escuela en la que los peques quieren hacer algo, pero el tiempo escasea. ¿A vosotros también os pasa que vuestros hijos os piden hacer mil actividades después del cole? ¡No sé de dónde sacan la energía!


Nubes de lluvia con espuma de afeitar

Para este experimento necesitaréis:
  • Un bote transparente de boca ancha
  • Agua
  • Espuma de afeitar
  • Colorante alimentario
  • Cuentagotas
Sólo tenéis poner agua en el bote (más o menos unos tres cuartos) y por encima del agua, una capa generosa de espuma de afeitar.

Por otro lado preparáis un poco de agua coloreada. Nosotros lo hicimos en azul, pero vale cualquier color, incluso se pueden preparar varios colores para que quede bien vistoso.

Con un cuentagotas, hay que ir echando el agua coloreada sobre la espuma de afeitar. Al principio es cómo tener una nube esponjosa y ligera, pero según vamos añadiendo nuestra agua coloreada, ésta se va abriendo paso a través de la espuma hasta que la vemos caer por abajo, cómo si fuera lluvia. 

Nube de espuma de afeitar en un bote

Podemos aprovechar el experimento para hablar de cómo se forman las nubes, que pasa cuando llueve, los tipos de nubes que existen... Según el interés de los peques puede ser una actividad muy completa y enriquecedora.

Arcoíris de M&M o Lacasitos en un plato

Para este experimento necesitáis:
  • Un plato blanco plano
  • Caramelos tipo M&M, Lacasitos o Skittles
  • Agua
En un plato vamos colocando los caramelos alrededor del borde, alternando los colores. Luego hay que añadir agua, a ser posible un poco templada, hasta que toque a  los caramelos. ¡Y empieza la magia! Veréis como poco a poco el colorante que recubre los caramelos se va disolviendo, y al contener azúcar, debido a la diferencia de densidad con el agua, va creando un efecto precioso hacia el centro del plato. Si queréis ver otro experimento en el que interviene la densidad, podéis pasaros por la entrada Experimentando con el color 4 dónde os enseñamos cómo hacer un arcoíris en un vaso.

Arcoíris de caramelos en un plato

¡Ojo! Para hacer este experimento hay que ser rápido en la preparación, porque si no corremos el riesgo de quedarnos sin materia prima. Los caramelos son una excelente distracción mientras esperas a que el agua haga su trabajo. ¡Nosotros no pudimos repetirlo porque nos habíamos terminado la bolsa de caramelos!

Aceite y agua coloreada

Para este experimento necesitáis:
  • Un recipiente grande
  • Aceite vegetal
  • Agua y colorante alimentario
  • Cuentagotas
En un recipiente colocamos una capa de aceite vegetal. Por otro lado, preparamos varios vasos con agua de diferentes colores.

Dejamos que los peques vayan poniendo gotas de agua de colores sobre el aceite, que observen que pasa con las gotas, si pueden "deshacerlas", o juntarlas. Es una mezcla entre experimento y actividad artística (la ciencia en general es un poco así). 

Bandeja con aceite vegetal y gotas de agua coloreada

Es un experimento ideal para hablar a los peques de la densidad y de los líquidos no miscibles. 

Cómo veis, los tres experimentos son rápidos de preparar, preparados con materiales que tenemos todos por casa y que despiertan la curiosidad de los peques. Al menos el nuestro, después de cada experimento, nos asalta con un montón de preguntas que ¡nos dejan boquiabiertos! ¿Vosotros habéis probado alguno de éstos?

jueves, 13 de septiembre de 2018

¿De qué color es un beso? de Rocío Bonilla

¿De qué color es un beso? de la genial Rocio Bonilla, es un álbum ilustrado que en esta casa nos tiene robado el corazón por completo por varias razones. Por aquí lo conocemos como el cuento de la Minimoni.

Portada del álbum ilustrado ¿De qué color es un beso?

La pequeña protagonista de éste cuento es una niña llamada Mónica, a la que todos llaman Minimoni. Una niña que, al igual que nuestro peque, lo que más le gusta del mundo es pintar. Ha pintado muchísimas cosas, pero...nunca ha pintado un beso. No sabe de qué color es.

A lo largo del libro, la pequeña va haciendo un recorrido a través de los diferentes colores, reflexionando por qué le gusta cada color, a que le recuerda...y también pensando en las cosas que no le gustan y que llevan ese color. A través del rojo, del verde, del amarillo, del marrón, del blanco, del rosa, del azul y del negro, Minimoni se da cuenta que todos los colores le recuerdan a cosas que le encantan, pero también que no le gustan nada. Está hecha un lío. ¿Y quién puede solucionar este problema? ¿Y si le preguntamos a mamá? ¿Os imagináis de color puede ser un beso?

Página interior del álbum ilustrado ¿De qué color es un beso?

Uno de los puntos que más me gustan de éste cuento es el tratamiento que hace los colores, relacionándolos con cosas positivas y negativas. Hace tiempo que en casa tenemos "El monstruo de colores" de Anna Llenas, y lo habíamos usado muchísimo para introducir al peque en el mundo de las emociones. Pero...se nos había quedado un poco corto. Creo que éste libro es estupendo para complementar al otro.

Página interior del álbum ilustrado ¿De qué color es un beso?

Cómo ya os he dicho, al peque le encanta pintar, y alguna vez, al usar colores que están relacionados con emociones que muchas veces catalogamos de forma errónea como negativas (rabia, miedo...), se había empezado a hacer preguntas y éste cuento nos ha ayudado a darle respuesta. 

Página interior del álbum ilustrado ¿De qué color es un beso?

Las ilustraciones de Rocío Bonilla son dulces, llenas de color y de vida. Sólo con ver a Minimoni en la portada, ya te enamoras de ella. Si queréis conocer un poco más de su trabajo, pasad por su página web. A nosotros nos tiene fascinados.

No se si todavía se podrá conseguir, pero nosotros tenemos una edición especial que incluye un medidor de pared precioso, con la misma ilustración de la página del libro dedicada a las cosas positivas del color negro. 

Título: ¿De qué color es un beso?
Autor: Rocio Bonilla
Editorial: Algar
ISBN: 9788498457841



lunes, 10 de septiembre de 2018

Zapato DIY para aprender a atarse los cordones

Hoy os traemos una manualidad muy práctica que hemos hecho este verano. El peque cada día es menos peque, y cuando hemos ido a comprar zapatos, las opciones con velcro son cada vez más limitadas. Sin embargo con cordones siempre hay un montón de modelos a escoger.

El problema que teníamos has ahora es que no sabía atarse él solo los cordones, así que pensamos que era un buen momento para empezar a practicar y que tuviera más autonomía cuando lleva este tipo de calzado. 

Así que le preparamos una zapatilla súper chula para que pudiera probarlo todas las veces que hiciera falta. ¡Ha sido todo un éxito! Personalmente pensaba que tardaría mucho más en pillarle el truco, y tardó en aprender la friolera de...¡medio día! 

Zapato de cartón DIY para aprender a atarse los cordones

Os dejamos con el paso a paso

Materiales

  • Un trozo grande de cartón
  • Cúter o tijeras
  • Silicona caliente (o cola blanca)
  • Goma Eva
  • Un cordón de zapatos
  • Pintura y pincel
  • Un trozo de tela

Procedimiento

En un cartón trazamos la silueta de un zapato. Nosotros lo hicimos a ojo, pero podéis reseguir el contorno de algún zapato que tengáis por casa.

Contorno de un zapato dibujado sobre cartón

Recortamos y calcamos esta silueta varias veces. En nuestro caso lo hicimos cinco veces, pero depende del grosor de vuestro cartón igual necesitáis menos (o más) piezas.

Una de las plantillas la dejaremos tal cual, tres de las piezas las vaciamos por dentro, dejando un margen de unos dos centímetro para luego poderlas pegar entre ellas, y a la última pieza le daremos la forma que queramos que tenga la zapatilla. En ésta última pieza es dónde haremos los agujeros para pasar los cordones (nosotros hicimos cinco, pero aquí también depende de lo grande que sea el zapato). Si tenéis una remachadora para los agujeros el acabado se verá mucho más profesional, pero nosotros lo hicimos sin ella, con un lápiz afilado, y también se ve bien.

Piezas de cartón con forma de zapato recortadas y pegadas una sobre otra

Una vez tenemos todas las piezas sólo hay que ir pegándolas en orden. Usamos silicona caliente porque seca muy rápido, pero se puede hacer perfectamente con cola blanca o pegamento en barra. A la pieza inferior le pegamos un trozo de tela vaquera que teníamos de unos vaqueros viejos para que se viera más acabado (así también nos ahorramos el pintarla)

Y ahora sólo queda la decoración. Primero pintamos la parte superior de la zapatilla. Una vez seco, cortamos unas tiras de Goma Eva de color blanco (del mismo ancho que la altura de nuestra zapatilla), y la pegamos alrededor. También pegamos otro trozo con la forma de la puntera (queríamos darle un aire a las Converse). Y por último, recortamos otros trozo de tela vaquera y la pegamos a modo de lengüeta.

Niño pintando un zapato hecho con cartón

Por último sólo hay que poner el cordón. Esta es quizás la parte que nos resultó más complicada, ya que al ser una pieza rígida de cartón dificulta el poder pasar el cordón por los agujeros, pero se soluciona con un poquito de maña y mucha paciencia.

Niño practicando atarse los cordones con un zapato de cartón DIY

Y ya está, sólo tenemos que dejar que los peques la ponga a prueba. A nuestro peque le ha encantado, y como ya os hemos explicado, en medio día había pillado el truco a esto de atarse los cordones, con lo que se ha abierto un mundo de posibilidades a la hora de escoger los zapatos. Eso sin contar con la satisfacción que supone para él poder hacer algo más él solo sin tener que llamarnos cada vez que se quiere poner unos zapatos con cordones. 


jueves, 6 de septiembre de 2018

4 ideas para afrontar la vuelta al cole 2018

Se acerca el fin de las vacaciones escolares, y eso significa que hay que empezar a preparar el nuevo curso, si es que no lo hemos hecho todavía.

Para nosotros este año significa además, afrontar una nueva etapa, puesto que el peque empieza primaria, y estamos un poco más nerviosos de lo habitual (todos) ante la incertidumbre de lo que está por llegar.

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Así que aquí os dejo la lista de las cosas que hacemos normalmente para afrontar la vuelta al cole.

  • Hablar mucho

Esencial en casa. Desde hace ya unos días hemos empezado a hablar de la vuelta al cole, y de todos los cambios que se avecinan. Le hemos explicado que cambiará de profesora, que irá a un nuevo edificio (que por suerte ya conoce)... Hemos aprovechado para hablar de las cosas que le preocupan, y también de las que le ilusionan. Este año vamos un poco a ciegas, porque esto también es nuevo para nosotros, pero saber de antemano las cosas que le dan más miedo nos ayuda a anticiparnos en lo posible, y darle herramientas para que se sienta más tranquilo.

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El primer año, antes de empezar la escuela fuimos varias veces hasta allí, para que se familiarizara con el camino y el entorno. También conocimos a la profesora unos días antes de empezar, y creo que, sobretodo cuando son pequeños, es algo muy importante, porque afrontan el primer día con menos miedo al encontrarse con una cara "familiar"

  • Implicarle en los preparativos

Escoger mochila, bata, bolsa del desayuno, zapatos o ropa para la nueva temporada... Todo lo que tenga que ver con el cole (y se pueda elegir) dejamos que lo escoja él. Este año sólo hemos renovado mochila, así que hemos pasado horas dando vueltas por tiendas (físicas y virtuales) hasta que ha encontrado una mochila que le ha encantado. También se ha encargado de escoger el porta bocadillos para el desayuno. Ahora estamos en plena búsqueda de una chaqueta, y más de lo mismo. Y es que, si normalmente es importante implicarles, con los preparativos del cole todavía más. Les da seguridad y hace que se sientan parte importante del proceso.

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Nosotros esto lo hemos hecho desde la primera vez que fue a la escuela infantil, y nos ha funcionado muy bien. Siempre le hemos dejado que escoja las batas, las bolsas del desayuno y lo que ha necesitado. Y siempre hemos conseguido que se ilusione todavía más con la vuelta al cole.

  • Preparar las cosas con tiempo

Nos gusta tener las cosas preparadas con antelación, para poder disfrutar los últimos días de vacaciones con tranquilidad y sin prisas. Mochilas, batas, material escolar, libros porta alimentos, ropa deportiva... Todo el material que teníamos que preparar con antelación (por suerte en nuestro caso es muy poca cosa), ya lo tenemos listo.

También hemos marcado toda la ropa y zapatos que tenemos previsto que lleve al cole. Es algo que hacemos desde que empezó la escuela infantil, y aunque ahora ya no es tan necesario, nos sigue pareciendo útil por varios motivos: para el peque es fácil reconocer su ropa puesto que siempre hemos usado las mismas etiquetas, gana autonomía a la hora de vestirse ya que tiene una referencia de hacia dónde va la ropa, y nos da tranquilidad saber que en los zapatos lleva apuntado nuestro número de teléfono (tiene súper interiorizado que si alguna vez se pierde tiene que avisar que allí está nuestro número)

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Este es un punto esencial para nosotros.  Hace que el peque esté familiarizado con sus cosas, y evitamos prisas de última hora que terminan por contagiarse y le transmiten nervios innecesarios.

  • Rutina, rutina, rutina

Unos días antes, intentamos volver a una "rutina relativa". Y digo relativa porque nosotros somos de los que apuramos casi hasta el final los días en el pueblo. Además, que la escuela empiece justo después de un día festivo tampoco ayuda. Pero si que intentamos levantarnos un poquito antes cada día, y que la hora de ir a dormir cada día se acerque más a la hora en la que se acuesta durante el curso. También intentamos ajustar los horarios de las comidas, para hacerlas coincidir con los horarios escolares. Todo un reto porque, como ya os he dicho, nosotros seguimos de vacaciones en el pueblo.

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Básicamente esto es lo que hacemos para afrontar la vuelta al cole. Por el momento tenemos al peque ilusionado y con ganas de empezar, aunque también algo asustado por el cambio de ciclo. Está deseando conocer a su nueva profesora, reencontrarse con sus compañeros y estrenar su nueva mochila. Así que parte del camino ya lo tenemos hecho. ¿Cómo afrontáis vosotros la vuelta al cole? ¿Que cosas hacéis para que sea mas llevadero?


lunes, 3 de septiembre de 2018

4 juegos que han triunfado este verano

¡Hola de nuevo! Después del parón de Agosto, volvemos a la carga con el blog con muchas ganas. Este verano hemos hecho un montón de actividades que os iremos mostrando por aquí poco a poco. Además, este otoño también vamos a mostraros un montón de libros que tenemos por casa y que nos encantan. 
Grupo de niños saltando en el parque
Photo by Lukas from Pexels

Pero todo llegará, y de momento, a pesar que las vacaciones escolares están llegando a su fin, todavía quedan algunos días de verano y buen tiempo. Así que hoy os enseñamos los juegos que más han triunfado por aquí durante estos meses, y que esperamos poder seguir disfrutando mientras el tiempo nos lo permita.

Cocinita de exterior


La construimos este verano, a partir de un mueble que teníamos en casa que usábamos para la bañerita de cuando el peque era muy muy peque, un bebé. Nos daba pena tirarlo, así que decidimos convertirlo en una cocinita. Esta hecha totalmente con materiales reciclados que teníamos por casa: maderas de otros proyectos anteriores, un barreño que ya no usábamos, CDs viejos... El coste ha sido 0. Además, el peque ha participado activamente en su construcción, así que imagino que esto también ha ayudado a que se convierta en uno de sus juegos favoritos.

Niño removiendo agua y césped en una cocinita de exterior

La ha usado un montón, para "cocinar" y hacernos "sabrosos" platos, pero también para hacer "pociones", mezclando agua, tierra, plantas y todo lo que iba encontrando por el jardín. También ha sido un ejercicio de vida práctica genial, puesto que después de todos sus experimentos, llegaba el momento de coger escoba y recogedor, trapo y manguera, y dejarlo todo bien limpio para la siguiente ocasión. No podemos estar más contentos con el resultado.

Mesa de agua


Esta mesa ya os la había enseñado por Instagram, fue una ganga que encontramos en TEDI por 20€ (¡y la última vez que estuvimos todavía la tenían!). Le ha dado mucho uso, creo que ha jugado prácticamente TODOS los días. Con agua, con bolitas de hidrogel, con las dos cosas, alguna vez también con tierra... La verdad es que su imaginación no tiene límite, y lo mismo era un caudaloso río para los playmobils que una autopista para un coche imaginario. Creo que está 100% amortizada.

Mesa de agua llena de bolas de hidrogel

Juegos de mesa


Los ratos en los que ha hecho demasiado calor, o mal tiempo, los juegos de mesa han sido nuestra salvación para no terminar subiéndonos por las paredes. Hemos jugado mucho al Parchís, a Caperucita Roja, al Uno (nuestra última adquisición), al Dobble...

Partida del juego de mesa Speed Cups

Este tipo de juegos nos encantan porque nos ayudan a hacer los "deberes" de mates: contamos, sumamos, nos concentramos. usamos la lógica... ¡Es sin duda la mejor forma de aprender, jugando!

De todos ellos, si sólo pudiéramos quedarnos con uno, sin duda este verano sería el Dobble. Lo compramos el año pasado, pero ha sido este año cuando le ha cogido el gusto a jugar, supongo que animado también por que cada vez es más rápido y ágil, y ya empieza a ganar alguna partida. Volvería a comprarlo una y mil veces más.

Juego de anillas


Un juego que compramos en Lidl poco antes de terminar el cole. No teníamos muchas expectativas puestas en él, porque al ser un juego aparentemente sencillo, pensábamos que quizás se aburriría pronto. Pero no, de momento sigue muy motivado con él.

Partida de un juego de anillas de madera y cuerda

Al principio de usarlo, las anillas se iban para todos sitios menos para dónde tenían que ir. Pero no le ha costado mucho tiempo pillarle el truco y afinar la puntería. Y cada día lo hace mejor.

Han habido un montón de juego más, manualidades y actividades, algunas en casa y otras fuera. Pero sin duda, estos han sido los juegos que más se han repetido durante todo el verano. Y vosotros ¿cuales dirías que han sido los mejores juegos de este verano?