Está empezando a hacer mucho frío, y quizás es la época del año en la que da más pereza salir de excursión (aunque a mi me parece que es una de las más bonitas). Aún así, podemos seguir conectados con la naturaleza preparando algunas actividades para jugar con elementos naturales en casa.
¿Y qué podemos usar para preparar estos juegos? Pues todo lo que se nos ocurra: palos, piedras, hojas, piñas, conchas, semillas, corteza... Aquí os dejamos algunas ideas de las actividades que hemos probado nosotros en algún momento.
Semillas, legumbres y pasta
Las posibilidades de juego que se pueden dar con un plato de legumbres o un puñado de arroz son muchas más de las que nos podemos imaginar.
A mi peque, de muy pequeño, le encantaba hacer trasvases con garbanzos. Se podía pasar largos ratos con un bol de garbanzos, y cucharas y cuencos varios. Pero sin duda, la actividad estrella era meter los garbanzos en una botella de agua vacía. Ya veis que forma más sencilla y económica de preparar una actividad (siempre con supervisión con los más pequeñitos). Además, es una actividad que les sirve para desarrollar la motricidad fina y estimular el agarre de pinza.
También hemos jugado mucho con lentejas, para hacer actividades similares a las anteriores, aunque con ésta legumbre se requiere mucha más precisión, puesto que son más pequeñitas. Además, ésta legumbre también la hemos usado para hacer dibujos. Si, si, dibujos, poniendo las lentejas en una superficie plana, una tras otra hasta crear, por ejemplo, formas geométricas.
El arroz es otro de los elementos estrella. En ésta entrada os explicamos cómo hacíamos nosotros para teñirlo y algunas ideas de cómo usarlo. El último uso que le hemos dado ha sido para hacer un collage de colores.
Pasta y legumbres son ideales para crear bandejas sensoriales. Desde bandejas para practicar la escritura, hasta actividades espaciales como os enseñamos en ésta entrada, o mini mundos marinos cómo hicimos con éstos espaguettis.
Y si hay una actividad clásica por excelencia, que seguro que todos habréis hecho alguna vez es plantar semillas en un vaso con algodón. Una manera de explicarles a los niños el ciclo de vida de una planta. Es una actividad súper enriquecedora, en la que verán, desde cero, cómo va surgiendo una nueva planta. Además, tendrán que observar mucho, tener paciencia, y ser responsables si quieren ver cómo la planta crece.
Piedras
Las piedras son, en ésta casa, elementos imprescindibles. No hay excursión o visita al parque que no termine con un puñado de piedras en el bolsillo ¿Y que podemos hacer con ellas?
Pues por ejemplo, pintarlas. Pintar piedras es una actividad entretenida con la que los peques pueden dar rienda suelta a su creatividad. Además, ofrece un montón de posibilidades y podemos usar un montón de materiales diferentes: temperas, rotuladores, ceras...
Nosotros hemos creado animalitos con un kit que encontré en una visita a Aldi hace ya algún tiempo. Viene con todo lo necesario para hacerlo: pintura, ojos, limpiapipas, pegatinas... ¡Hasta traía algunas piedras! El resultado son estos simpáticos animales, geniales para jugar, decorar o hacer algún regalo.
Pero si necesitáis más inspiración, sólo hay que dar una vuelta por Pinterest, y seguro que encontráis un montón de ideas: desde piedras para contar historias, piezas de juegos cómo el tres en ralla, alimentos para cocinitas, coches para jugar en circuitos...
Aunque para jugar con piedras no es necesario pintarlas. Los niños son un pozo de sabiduría, y si les dejáis, seguro que se les ocurren mil ideas para hacer con ellas. Por ejemplo mi peque aquí creó esta figura usando las piedras que teníamos por casa. ¿Y os imagináis una mandala hecha con piedras? Hace tiempo que lo tenemos en mente.
Conchas y caracolas
¿Quién no ha ido alguna vez a la playa y ha vuelto con una buena colección de conchas? Nosotros tenemos unas cuantas en su cesto de tesoros naturales, y las hacemos servir bastante.
Uno de los usos que más le damos es, al igual que con las piedras, para hacer collages y figuras. También las hemos usado alguna vez para hacer letras, cuando las estaba aprendiendo.
Las conchas también son perfectas para crear mini mundos marinos. Solas, o combinadas con piedras o palos, pueden servir para recrear playas o fondos marinos.
Y si queremos hacer algo más creativo, siempre podemos darles pinturas y elementos decorativos para que las adornen, y luego usarlas en otros proyectos cómo marcos, tazas o cuadros.
Palos, hojas y piñas
En este apartado también podríamos incluir bellotas, avellanas, cortezas, o cualquier otro elemento de los que se encuentran en el bosque.
Con las hojas, por ejemplo, se pueden hacer montones de cosas, desde decorarlas con pintura, hasta crear un arbolito como éste que hemos hecho el pasado otoño.
Cualquiera de éstos elementos es ideal también para observarlo de cerca. Mirarlos con una lupa, un microscopio de mano, o incluso en la mesa de luz, es mágico, porque terminamos apreciando detalles que de otra forma nos pasarían totalmente desapercibidos. Además, es una fuente de información y aprendizaje brutal. Eso si, preparaos para la batería de preguntas que se avecinan.
Éstos elementos son ideales también para hacer actividades de clasificación (por tipo de hojas, por color, por tipo de elemento...) y de discriminación (largo - corto, grande - pequeño, claro - oscuro). Para este tipo de actividades las hueveras son el complemento perfecto.
También podemos hacer complementos cómo pulseras o collares. Con hojas, o bien combinando diferentes elementos, seguro que si dejáis a los peques crear os sorprenderán con algún tesoro.
¿Y si unimos todos estos elementos? Pues las actividades que podemos hacer se multiplican.
Una de las actividades que más nos gusta en casa es preparar bandejas de estación. Aquí y aquí os enseñamos cómo preparamos nuestras bandejas de otoño e invierno. Éstas bandejas siempre las tenemos en un rincón del comedor junto con libros sobre la estación en la que estamos. Siempre están en constante evolución, porque con el paso del tiempo vamos añadiendo elementos que recogemos o manualidades que vamos realizando.
Y otra de nuestras actividades preferidas: estampar. Podemos hacerlo en arcilla, una forma perfecta para preservar algunos de éstos elementos que no aguantan de una estación a otra. Y también podemos estampar sobre otro tipo de masas: pasta de sal, plastilina... Nosotros éste verano hicimos ésta masa con harina, agua y colorante y montamos un juego de observación. Estampamos diferentes materiales, y luego teníamos que relacionar cada huella con su elemento. Lo mejor, que es un juego que se puede repetir una y otra vez. Sólo hay que amasar, volver a estirar la masa, y podemos volver a empezar.
Creo que el juego que dan todos éstos materiales naturales es infinito. Dejadlos al alcance de los niños y veréis como os sorprenden con ideas y juegos que a nosotros no se nos hubieran ocurrido jamás.
Obviamente, lo ideal sería poder jugar directamente en la naturaleza, pero si no es posible, al menos con éstos juegos no terminan de perder del todo la conexión con bosques y playas, y pueden seguir difrutando de todos los beneficios que les aportan el contacto con elementos naturales.
Y sobre todo, cuando recogemos estos materiales, hay que ser lo más respetuosos posibles con el entorno: no arrancar hojas y flores de los árboles, no arrasar con todo lo que tenemos al alcance... Hay que transmitirles respeto y amor por la naturaleza siempre. ¿Vosotros jugáis con elementos naturales en casa?
gracias y felicitaciones por su creatividad
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario :)
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